El suicidio es un problema complejo que afecta no sólo a la persona que fallece por esta causa, sino que también a su entorno familiar, círculo de amistades y comunidades en las que participaba.
No existe una causa única para el suicidio: diversos factores influyen en que una persona presente riesgo suicida. Entre ellos se encuentran factores biológicos, psicológicos, familiares y sociales. Estos factores pueden interactuar de diferentes maneras en cada persona, contribuyendo a que alguien considere quitarse la vida.
El 10 de septiembre celebramos el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS). El objetivo de este día es centrar la atención en este fenómeno, reducir el estigma asociado a él y crear conciencia entre las organizaciones, gobiernos y el público, fortaleciendo el mensaje de que el suicidio puede prevenirse. Pero ¿cómo podemos prevenir el suicidio? Aprender a reconocer las señales de alerta y derribar los mitos respecto al suicidio, son algunos de los primeros pasos.
A continuación IMHAY nos comparte dos formatos de “Plan de seguridad” que pueden ayudar a la prevención del suicidio.
¿Qué es un Plan de seguridad? Es una herramienta estructurada y personalizada, cuyo objetivo es ayudar a una persona en riesgo de suicidio a manejar sus pensamientos y emociones suicidas, identificando estrategias y recursos de apoyo para enfrentar momentos de crisis. Este plan se diseña en colaboración con un profesional de la salud mental, terapeuta o consejero, y puede ser utilizado por la persona en riesgo, así como por amigos y familiares involucrados en su cuidado y apoyo.