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Terapeutas peludos: el efecto transformador de las mascotas en la salud mental

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Terapeutas peludos: el efecto transformador de las mascotas en la salud mental

Por: Iván Durán Page | Editor(a): Ps. Francisca Vadell

En un contexto donde una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental, las soluciones terapéuticas han comenzado a incluir enfoques complementarios. Algunos estudios sugieren que las mascotas, especialmente perros y gatos, podrían mejorar la salud mental de sus dueños. Revisemos qué nos dice la evidencia sobre estos potenciales “psicoterapeutas peludos”.

El vínculo humano-animal: ¿Más que compañía?

Las investigaciones recientes sugieren que la relación entre humanos y mascotas trasciende el simple vínculo afectivo. Los resultados obtenidos indican que la interacción con animales activaría respuestas neuroquímicas específicas: podría aumentar la liberación de oxitocina, conocida como “hormona del amor”, mientras que tendería a reducir los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”.

Las observaciones del Laboratorio de Investigación en Antrozoología de Buenos Aires sugieren que esta respuesta fisiológica podría generar una sensación de calma y bienestar, particularmente en personas que enfrentan trastornos emocionales como ansiedad y depresión.

Además, otros trabajos científicos señalan que los beneficios podrían extenderse a la salud física. Las evaluaciones realizadas indican que los dueños de mascotas tenderían a mantener mayores niveles de actividad diaria mediante caminatas regulares, lo que contribuiría a mejorar su condición cardiovascular y podría establecer hábitos saludables duraderos. Esta combinación de ejercicio regular y apoyo emocional sugiere un posible fortalecimiento de la resiliencia para manejar situaciones de estrés cotidiano.

Asimismo, se resalta que las mascotas podrían contribuir significativamente a estructurar la rutina diaria, especialmente en personas que enfrentan desafíos emocionales. La hipótesis es que, al cuidar de un animal, se establecería un propósito diario que podría reducir la sensación de aislamiento y desamparo.

El efecto mascota: ¿Sanadores naturales?

Los estudios realizados sugieren que los animales actuarían como facilitadores sociales, mejorando potencialmente la interacción entre personas. Este efecto podría ser especialmente relevante para niñ@s con dificultades de socialización, donde según varios reportes, los perros y gatos funcionarían como puentes para conectar con otros compañeros de juego. La presencia de una mascota permitiría acercamientos más naturales y podría reducir la presión social, sugiriendo un posible fortalecimiento de la autoestima a través de interacciones positivas en espacios públicos.

Los especialistas indican que este vínculo podría desarrollar habilidades fundamentales como la empatía y la responsabilidad. Las observaciones señalan que aprender a interpretar las emociones del animal y mantener un compromiso con su cuidado podría fortalecer la autoconfianza y desarrollar la sensibilidad emocional. Estas capacidades, según diversos expertos, podrían transferirse naturalmente a las relaciones humanas, mejorando la calidad de las interacciones sociales en diferentes contextos de la vida.

Las investigaciones de campo también sugieren que, en el ámbito familiar, la convivencia con animales podría contribuir a crear un ambiente más estable y emocionalmente nutritivo. Los datos recopilados indican que las mascotas no solo aportarían compañía, sino que también podrían ayudar a establecer rutinas saludables y promover comportamientos sociales positivos. Esta dinámica familiar mejorada tendería a beneficiar a todos los miembros del hogar, creando un entorno propicio para el desarrollo emocional y social.

Los avances en el estudio de la interacción humano-animal han abierto nuevos horizontes en el campo terapéutico. Mientras las mascotas ofrecerían beneficios significativos en el ámbito doméstico, las terapias asistidas con animales representarían un paso más allá en la aplicación sistemática de este vínculo. Los perros de asistencia emocional, por ejemplo, demostrarían cómo el entrenamiento específico puede potenciar los beneficios, abriendo camino hacia intervenciones terapéuticas más estructuradas y profesionales.

El rol de los perros en el bienestar emocional

Los perros son conocidos por ser compañeros leales y protectores, pero su papel en el bienestar emocional de las personas va mucho más allá. En el ámbito terapéutico existen dos categorías distintas: los perros de asistencia, entrenados específicamente para personas con discapacidad, y los de apoyo emocional, que brindan soporte afectivo bajo certificación médica.

En Chile, los perros de asistencia están legalmente reconocidos para apoyar a personas con discapacidad, teniendo derecho garantizado a acceder a todos los espacios públicos y privados junto a sus dueños. Esto incluye medios de transporte, establecimientos comerciales, lugares de trabajo y espacios educativos, según establece la Ley 19.284 que regula su uso en Chile.

Estos animales requieren un entrenamiento específico por entidades acreditadas, deben estar inscritos en el Registro Nacional de la Discapacidad y cumplir con estrictos requisitos sanitarios y de comportamiento. Por su parte, los perros de apoyo emocional, aunque pueden ofrecer beneficios terapéuticos con un certificado médico, tienen un acceso más limitado a espacios públicos y su reconocimiento depende de políticas específicas de cada establecimiento.

A su vez, estos perros de apoyo emocional podrían beneficiar especialmente a personas que experimentan ansiedad o depresión, ya que la presencia constante del animal ayudaría a establecer rutinas diarias y proporcionaría un soporte afectivo continuo. Los estudios sugieren que, como complemento a las terapias tradicionales, estos animales facilitarían la recuperación en casos de trauma y contribuirían a mejorar la calidad de vida de quienes reciben su apoyo.

En Chile, un actual proyecto de ley busca reconocer explícitamente a los perros de apoyo emocional dentro de la categoría de perros de asistencia para personas con discapacidad, otorgándoles los mismos derechos y obligaciones. El uso de animales como parte de terapias es un campo amplio y en expansión. No solo los perros juegan un rol clave en la salud emocional, sino que existen otras terapias asistidas con otros animales.

(foto: Helen & Douglas House)

Gatoterapia: El efecto calmante de los felinos

Los gatos, a menudo menos mencionados en comparación con los perros en el contexto de terapias asistidas por animales, también desempeñan un papel fundamental en la mejora de la salud mental a través de la “gatoterapia”. Esta forma de terapia se basa en las interacciones tranquilas y afectuosas que los gatos ofrecen, siendo especialmente útil para personas que padecen de ansiedad, depresión o soledad. Según estudios del Stroke Institute de la Universidad de Minnesota, convivir con un gato puede reducir en un 30% la probabilidad de sufrir un ataque al corazón, lo que destaca el impacto positivo de estos animales en la salud cardiovascular.

Además, investigaciones de la Universidad de Indiana Bloomington sugieren que incluso ver videos de gatos puede mejorar el estado de ánimo, aumentando la energía y disminuyendo sentimientos negativos. El contacto físico, como acariciar a un gato, ha demostrado reducir la frecuencia cardíaca y aumentar los niveles de serotonina, un neurotransmisor conocido como la “hormona de la felicidad” que regula el estado de ánimo y promueve la sensación de bienestar.

Por otro lado, el ronroneo de los felinos tendría efectos terapéuticos comprobados: su frecuencia específica induce una sensación de calma y estimula la producción de endorfinas, las hormonas naturales del cuerpo que actúan como analgésicos y generan sensación de placer, contribuyendo así al fortalecimiento del sistema inmunológico a través de la reducción del estrés.

Aunque los beneficios de la gatoterapia han sido observados en varios estudios, es importante señalar que la investigación en este campo sigue siendo limitada, y se necesitan más estudios para validar plenamente sus efectos en la salud mental y física de las personas. Sin embargo, para muchos, los gatos ya son una fuente inestimable de consuelo y apoyo emocional.

Equinoterapia: Caballos como agentes de sanación

La equinoterapia, también conocida como terapia ecuestre, es un tratamiento que utiliza la relación entre los pacientes y los caballos para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidades físicas, emocionales y cognitivas. Esta terapia, que incluye actividades como montar, cepillar y cuidar al animal, ha demostrado ser efectiva en la rehabilitación de personas con diversas patologías.

Los estudios destacan que el movimiento tridimensional del caballo al caminar (adelante-atrás, arriba-abajo y derecha-izquierda) simula el patrón de la marcha humana, estimulando músculos y mejorando el equilibrio. Esta interacción sensorial activa simultáneamente el sistema vestibular, propioceptivo y táctil del paciente, contribuyendo a su desarrollo físico y emocional integral.

A nivel físico, la equinoterapia promueve el equilibrio, la coordinación y la mejora del tono muscular. Según datos de la Universidad Autónoma de Barcelona, el movimiento rítmico del caballo actúa como un estímulo que puede regular el tono muscular y mejorar la marcha, lo que resulta especialmente beneficioso para personas con discapacidades motrices. Además, la relación afectiva que se establece entre el paciente y el caballo genera una sensación de bienestar y seguridad, lo que contribuye a la reducción de la ansiedad y al incremento de la autoestima​.

Aunque se han reportado numerosos beneficios físicos y emocionales, como señalan diversos artículos, es importante que los profesionales que aplican esta terapia posean una formación especializada, ya que la equinoterapia involucra no solo el manejo del caballo, sino también conocimientos de fisioterapia, psicología y pedagogía para adaptar las actividades a las necesidades específicas de cada paciente​.

La investigación sigue siendo necesaria para continuar validando sus efectos a largo plazo, pero la equinoterapia ya se ha consolidado como una opción terapéutica eficaz en muchos países.

Innovación en terapias asistidas por animales: Un nuevo paradigma en la salud mental

El campo de las terapias con animales está en constante evolución. No solo perros y gatos se utilizan en estos tratamientos, sino también caballos y conejos, que han demostrado ser efectivos en la mejora del bienestar emocional. La comunidad médica y psicológica continúa explorando nuevas formas de integrar a los animales en tratamientos clínicos, ampliando las posibilidades terapéuticas disponibles.

La tenencia responsable es fundamental en estas terapias, implicando una alimentación adecuada, atención veterinaria regular, espacios apropiados y seguros, además de ejercicio y estimulación mental para los animales. Este cuidado integral garantiza no solo el bienestar del animal sino también la efectividad del tratamiento, creando un vínculo terapéutico más fuerte y beneficioso.

Las mascotas transforman la vida de las personas de maneras extraordinarias, especialmente en el ámbito de la salud mental. En un mundo donde el bienestar emocional es cada vez más necesario, los animales emergen como aliados fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida.

Referencias

 

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