Apoyo Psicológico: ¿Cuándo pedir ayuda?

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Apoyo Psicológico: ¿Cuándo pedir ayuda?

La salud mental es un aspecto vital de nuestro bienestar general. En PsiConecta, entendemos por salud mental un estado de bienestar emocional, psicológico y social, en todas las etapas de la vida (desde la niñez hasta la vejez). Cuidar la salud mental es importante para regular nuestros pensamientos, conductas, emociones y relaciones. Piensa en tu salud mental como un músculo: tal como ejercitamos nuestros músculos para fortalecerlos, cuidar de nuestra salud mental nos permite enfrentar situaciones de estrés y adversidad.

¿Cuándo buscar ayuda psicológica?

Existen varias señales que podrían indicar que es el momento de buscar ayuda psicológica. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Cuando vivimos situaciones de estrés o dificultad

Vivir situaciones de estrés, dificultad o adversidad puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental y en esos casos, puede ser pertinente buscar ayuda, especialmente si es que notas que estas situaciones pueden estar interfiriendo en cómo sueles funcionar.  Ejemplos de estas situaciones incluyen:

  • Estrés en el trabajo, por ejemplo, sobrecarga de responsabilidades o conflictos con colegas.
  • Problemas financieros.
  • Estrés en las relaciones, por ejemplo, un quiebre de pareja, infidelidad o el estrés de cuidar a un familiar enfermo.
  • Problemas de salud, como enfrentar enfermedades crónicas o graves.
  • Cambios importantes en la vida, tales como mudanzas, cambios de trabajo o cambios en el estado civil.
  • Problemas en la esfera social, como bullying, aislamiento social o pérdida de amistades.
  • Estrés académico, como la presión de rendir bien en exámenes y evaluaciones.
  • Ser víctima de un crimen, accidente u otra experiencia traumática.

2. Cambios en nuestro modo de ser habitual.

Experimentar cambios, ya sean sutiles o significativos, en nuestro modo de ser habitual, puede ser una razón para buscar ayuda psicológica. Esto puede incluir cambios en nuestro estado de ánimo (sentirse más triste o deprimido), en nuestros hábitos de alimentación (notar un aumento o disminución del apetito o peso)  en el sueño (dormir más o menos de lo habitual) o sentirse más cansado y sin energía. 

También considera que un cambio en el rendimiento académico o laboral puede ser un motivo para buscar ayuda profesional. Si notas que te cuesta más concentrarte, realizar tus tareas o actividades diarias, cumplir metas o responsabilidades, te recomendamos acudir a apoyo psicológico.

3. Dificultad para lidiar con los problemas o actividades del día a día.

Si notas que te está costando lidiar con los problemas o realizar las actividades del día a día, esto puede ser una señal de que necesitas apoyo. Si observas que enfrentarte a situaciones cotidianas, como prepararte para ir a trabajar o cuidar de tus necesidades básicas, empieza a requerir más esfuerzo o costar más, busca ayuda. Si notas que te está siendo muy difícil enfrentarte a algún problema o situación, busca ayuda.

4. Aparición o presencia de síntomas psicológicos.

Los síntomas psicológicos son la manifestación observable de un problema mental o emocional. Pueden aparecer como respuesta a situaciones de estrés, trauma, desequilibrios químicos en el cerebro, enfermedades físicas, consumo de sustancias, entre otros.

Algunos síntomas psicológicos que pueden requerir ayuda psicológica incluyen:

  • Ansiedad o preocupación constante e incontrolable.
  • Tristeza persistente o vacío que duran semanas o más.
  • Irritabilidad o dificultad para controlar la ira y los impulsos.
  • Cambios en el apetito, ya sea comer mucho más o mucho menos de lo habitual.
  • Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
  • Pérdida de interés en actividades que antes disfrutabas.
  • Fatiga constante o sensación de cansancio extremo sin razón aparente.
  • Dificultad para concentrarse, prestar atención o tomar decisiones.
  • Cambios de humor. Cambios drásticos e inexplicables en el estado de ánimo.

5. Pensamientos suicidas o autolesiones

Los pensamientos suicidas, también conocidos como ideación suicida, son pensamientos y/o deseos de llevar a cabo un acto suicida, es decir, de terminar deliberadamente con la propia vida. La ideación suicida puede aparecer cuando existe un sufrimiento psicológico que resulta insoportable.

La ideación suicida puede ser pasiva o activa. Una ideación suicida pasiva expresa un deseo de morir o ideas de hacerse daño, pero sin la existencia de un plan definido ni la intención concreta de llevarlo a cabo. Por ejemplo, ideas como ‘quisiera tener un accidente y morir’, ‘quisiera desaparecer’,  ‘quisiera dormir y no despertar’.

La ideación suicida activa, en cambio, expresa la intención de morir junto con un plan sobre cómo llevarlo a cabo, habiendo definido un método, lugar y fecha y/o haciendo preparativos para realizar el intento suicida.

Las autolesiones son comportamientos perjudiciales contra uno mismo, que pueden repetirse en el tiempo, por ejemplo, cortarse, arrancarse el pelo o pegarse con el puño.

La ideación suicida, sea activa o pasiva y las autolesiones son síntomas graves que requieren ayuda psicológica. Puedes comunicarte con un psicólogo, un médico o una línea de crisis para obtener el apoyo que necesitas. 

6. Consumo problemático de sustancias o comportamiento compulsivo.

Si recurres a sustancias como el alcohol o las drogas o tienes comportamientos compulsivos como el juego o la alimentación desordenada para sobrellevar tus problemas, es importante buscar ayuda. Estos comportamientos pueden ser síntomas de problemas subyacentes que ponen en riesgo tu salud y pueden ser tratados en terapia.

 

Recomendaciones para tomar la decisión

Reconocer cuándo pedir ayuda psicológica es el primer paso hacia la mejora de tu salud mental. Aquí hay algunas recomendaciones para tomar esta decisión:

1. Escucha a tu cuerpo y a tus emociones

Presta atención a cómo te sientes física y emocionalmente. Si estás experimentando síntomas físicos como dolores de cabeza, fatiga o problemas digestivos, si te sientes emocionalmente abrumad@, estos pueden ser signos de que necesitas ayuda.

2. Habla con alguien de confianza si es posible

A veces, hablar con un amig@ o un ser querido puede ayudarte a entender tus sentimientos y a decidir si necesitas ayuda profesional. Además, pueden ofrecerte apoyo y alentarte a buscar ayuda si lo necesitas.

4. Recuerda que buscar ayuda no es una señal de debilidad

Muchas personas evitan buscar ayuda porque creen que deberían ser capaces de manejar sus problemas por sí mismas. Sin embargo, buscar ayuda es una señal de fortaleza y una forma de cuidar de ti mismo. No tengas miedo de dar el primer paso hacia el bienestar.

5. Es mejor pedir ayuda “más pronto que tarde”

Muchas personas esperan bastante tiempo para resolver o sobrellevar ciertos problemas antes de pedir ayuda. Esto suele estar relacionado al punto anterior, querer resolver estos temas por su propia cuenta. Sin embargo, esperar mucho o hasta que la situación ya se haya vuelto crítica no es recomendable. En este sentido, promovemos que busques ayuda antes de “tocar fondo” o que el malestar se vuelva muy intenso.

3. Obtén más información

Si estás considerando buscar ayuda psicológica, puedes conocer más sobre lo que estás sintiendo o viviendo. En PsiConecta tenemos una amplia sección de Temas de Salud Mental, donde encontrarás guías que te pueden orientar a saber qué tipo de problema puedes estar experimentando.

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