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LGBTIQ+

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Servicios de atención psicológica: Online Presencial
Por: Marcelo Crockett | Editor@s: Francisca Vadell y Alexandra Epstein

Las personas LGBTQIA+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, queer, intersexuales, asexuales y otras identidades) enfrentan constantemente situaciones de discriminación, prejuicios y violencia. Estas experiencias no solo afectan su día a día, sino también su salud física y mental.

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En este artículo, se explica cómo el malestar psicológico que afecta a esta comunidad no es una consecuencia propia de su identidad o forma de ser, sino del contexto social y cultural en el que les toca vivir; destacando así el importante rol que tienen los servicios de salud mental como espacios respetuosos, informados y libres de prejuicios.

Revisa en este artículo

  1. Entendiendo a la comunidad LGBTQIA+: conceptos clave
  2. Salud mental de personas LGBTQIA+
    • Datos generales de impacto en el mundo y Chile
  3. Mitos en torno a la salud mental de personas LGTBQIA+
  4. Relevancia de una atención en salud mental afirmativa y libre de prejuicios.
    • Recomendaciones para profesionales

Entendiendo a la comunidad LGBTQIA+: conceptos clave

El sexo, la identidad de género, expresión de género y orientación sexual son aspectos que forman parte de la identidad de todas las personas.

Aquellas pertenecientes a la comunidad LGBTQIA+ se caracterizan porque alguna de estas dimensiones no se ajusta a las normas tradicionales de la sociedad, razón por la cual muchas veces sufren de discriminación y violencia.

Estos conceptos describen diferentes aspectos de las personas y sus experiencias, su conocimiento es fundamental para evitar confusiones y prejuicios y, para crear espacios seguros y respetuosos.

(Fuente: Crockett, M., Vargas, B., Castro-Jorquera, F. & Walker, V. (2024). Taller habilidades afirmativas para la atención de salud de jóvenes LGBTQIA+. Manual para facilitadores. Universidad de Chile. IMHAY. Adaptado de Obstetrics and Gynecology, 137(3),  e75-e88, 2021)

Para entender a las personas LGBTQIA+ es importante saber que estas dimensiones son fluidas y en muchos casos evolucionan con el tiempo. Resulta clave mantener la mente abierta frente a ello, dado que ciertas identificaciones no siempre corresponden a características permanentes, sino que son más bien dinámicas.

Salud mental de personas LGBTQIA+

Se ha evidenciado una y otra vez que a nivel global las personas pertenecientes a esta comunidad tienen peores índices en su salud física y mental.

En el trasfondo de estos resultados se encuentran diversos factores sociales y culturales que impactan negativamente sobre todo la salud mental de estas personas, tales como la violencia, discriminación, estigmas y prejuicios que enfrentan de manera cotidiana por el hecho de tener una orientación sexual, identidad o expresión de género diversa y no responde a algo propio de estas personas.

Estos factores crean ambientes particularmente hostiles y estresantes para aquellos que no cumplen con las normas sociales tradicionales,  sumado a los factores estresantes que viven todas las personas. Es decir, hay una carga adicional y única de estresores para las personas LGBTQIA+.

Las investigaciones dan cuenta de que, aunque estas personas utilizan más servicios de salud mental, presentan más barreras para su acceso efectivo y oportuno. Se ha observado que obtienen índices más altos en depresión, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, consumo problemático de sustancias, y lo que resulta más alarmante, presentan mayor riesgo de suicidio.

Si tú o alguien que conoces tiene deseos o intenciones de hacerse daño, pide ayuda lo antes posible a un servicio de urgencia a través de una línea telefónica o acercándote a la urgencia de salud mental más cercana a tu ubicación.

El número *4141 es una línea telefónica gratuita y confidencial para la prevención del suicidio, disponible de lunes a domingo las 24hrs del día.

También te invitamos a revisar nuestro artículo sobre el suicidio para conocer más sobre este, su prevención y acciones para disminuir el riesgo: https://psiconecta.org/suicidio. Allí también encontrarás otros recursos y líneas de ayuda.

Se ha estudiado que el estigma está presente en diferentes niveles y que afecta procesos cognitivos, afectivos, relacionales y biológicos.

Los sistemas de salud muchas veces reproducen los estigmas, prejuicios, violencia y discriminación presentes en la sociedad, lo que deriva en múltiples barreras para las personas LGBTQIA+ a la hora de pedir ayuda. Muchos reportan miedo a sufrir discriminación por parte del personal de salud  (han tenido experiencias de discriminación, falta de sensibilidad ante sus problemas o directamente han sido rechazados para ser atendidos), como también experimentan preocupación sobre la confidencialidad de la información o que el personal no cuente con los conocimientos necesarios para brindar un buen tratamiento.

Datos generales de impacto en el mundo y Chile

Es una tendencia global que las personas LGBTQIA+ presentan peores índices de depresión, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, consumo problemático de sustancias y mayor riesgo suicida. A su vez, también se ha observado que estas personas presentan una mayor frecuencia de problemas de salud física, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias y diabetes.

En Chile, aunque la información sigue siendo limitada debido al poco registro o dificultad de comparar con población no LGBTQIA+, cada vez se le da mayor importancia a conocer y actualizar la información sobre la salud mental de las personas LGBTQIA+:

→La Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (ENSSEX) 2022-2023, dio cuenta que el 4,5% de las personas en Chile se identifican como parte de la comunidad LGBTQIA+ -de los cuales más del 50% está dentro del rango etario de los 18 y 29 años. Esta misma encuesta muestra que un 26,5% de las personas de la comunidad presentan síntomas de depresión y que alrededor del 40% de las personas LGBTQIA+ han pensado o planeado suicidarse en el último año, comparado al 16% en la población no perteneciente a la comunidad.

→ Un estudio llevado a cabo el 2017 para personas trans y género no-conforme, señaló que el 95% de los participantes reportó discriminación o cuestionamientos de su identidad en centros de salud y que el 56% había intentado quitarse la vida, la mayoría entre las edades de 11 y 18 años.

→ La 2da Encuesta Nacional sobre Diversidades y Discriminación (MOVILH) llevada a cabo el año 2024, dio cuenta que los primeros abusos que viven las personas LGBTQIA+ ocurren antes de sus 18 años. De los participantes, casi el 81% reportó haber sufrido discriminación a lo largo de su vida y el 57,7% en el último año. De acuerdo con los resultados, quienes más discriminan, serían desconocidos de estas personas (56,6%), aunque luego le seguirían familiares (43,4%), compañeros de estudios (35,7%) y compañeros de trabajo (19%).

Mitos en torno a las personas LGTBQIA+

Hablar sobre los mitos que existen en torno a la comunidad LGBTIQ+ es clave porque estos aumentan la discriminación y prejuicios hacia ella dado que generan desinformación y refuerzan los estereotipos. Aclararlos ayuda a construir espacios más seguros. 

→ “Las personas LGBTQIA+ no son normales y su identidad es una tendencia de la época actual”

Se ha documentado que la diversidad en la orientación sexual y en la identidad de género ha existido a lo largo de todas las épocas y culturas. No se trata de una tendencia actual, sino de una parte natural de la experiencia humana.

→ “Las personas LGBTQIA+ están pidiendo derechos especiales”

No se está pidiendo privilegios, sino igualdad. Lo que se busca es tener los mismos derechos, oportunidades y respeto que cualquier otra persona. Pedir igualdad no es pedir algo especial, es reclamar lo justo. 

→ “Se puede cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona con los tratamientos adecuados”

Este es un mito muy peligroso y se ha evidenciado que las “terapias de conversión” -que justamente eran aquellas que tenían este objetivo- le hicieron un gran daño emocional, psicológico y físico a las personas que fueron sometidas a ellas. En la actualidad, este tipo de prácticas están prohibidas por ley en Chile.

La orientación sexual y la identidad de género no son enfermedades ni problemas que se puedan o deban “corregir”. No existe ningún tratamiento que pueda ni deba cambiar quién es una persona. Todas las identidades son válidas y merecen ser respetadas.

→ “Todas las personas LGBTQIA+ tienen VIH/SIDA”

El VIH puede afectar a cualquier persona, sin importar su orientación sexual o identidad de género. Asociar esta enfermedad únicamente con la comunidad LGBTQIA+ refuerza estigmas y prejuicios y genera barreras en el acceso a la atención en salud. Justamente, son estas barreras -como la falta de información sobre el VIH, las prácticas sexuales seguras, la prevención, el acceso a pruebas y tratamientos- las que aumentan el riesgo y la exposición a esta enfermedad, no la identidad de las personas.

→ “Estar con personas LGBTQIA+ o contar con información al respecto pone en peligro el bienestar de l@s niñ@s”

Por el contrario, recibir información clara y respetuosa ayuda a crear ambientes más seguros, inclusivos y libres de prejuicios para todos, lo que favorece un desarrollo saludable y respetuoso hacia la diversidad.

A su vez, conocer y compartir con personas LGBTQIA+ no influencia la orientación sexual o identidad de género de l@s niñ@s. Más bien, puede ayudarlos a pensarse a sí mismos con mayor libertad y tener una perspectiva más amplia sobre la identidad. 

Relevancia de una atención en salud mental afirmativa y libre de prejuicios

Una atención en salud mental afirmativa es aquella que es respetuosa y sensible hacia personas LGBTQIA+ y de la más alta calidad posible. Este enfoque tiene por objetivo afirmar como dimensiones positivas de la identidad, la orientación sexual y la identidad de género, sin tratarlas como algo que está mal o debe cambiar. La idea es promover la autonomía, resiliencia, capacidad de afrontamiento y construcción de comunidad de estas personas.

El trabajo desde este enfoque implica que los profesionales se encuentren informados de las desigualdades sociales que enfrentan las personas LGBTQIA+ y que también reflexionen respecto a cómo sus propias creencias y actitudes podrían estar reproduciendo el estigma social y afectando el acceso a salud.

Recomendaciones para profesionales

  • Utilizar un lenguaje afirmativo en la comunicación con personas LGBTQIA+ y los conceptos adecuados a esta población

Estar consciente de sesgos o prejuicios del lenguaje cotidiano, en el cual suele situarse a la heterosexualidad como lo “normal” y superior a otras expresiones de sexualidad diferentes. Antes de asumir, es importante preguntar por el género y orientación sexual de la persona y cómo prefieren ser tratadas (nombre y pronombres).

Estar informado de los conceptos sobre sexo, identidad de género, expresión de género y orientación sexual.

No utilizar lenguaje que pueda resultar despectivo o dañino para estas personas.

Tomar una actitud humilde y de aprendizaje sobre nuevos conceptos que puedan ir apareciendo. Estar abierto ante la posibilidad de que sean los mismos pacientes quienes enseñan sobre algunas expresiones.

Disculparse con el paciente si se comete algún error y preguntar por mejores formas de expresarse.

  • Informar a la persona del objetivo de recolectar ciertos datos, el uso que se les dará y quiénes contarán con acceso a esa información. Como se mencionó anteriormente, muchas personas se preocupan por la confidencialidad de los datos y pueden mostrarse incómodas al revelar ciertos antecedentes.

No se debe comentar con otros la identidad de género u orientación sexual de la persona sin antes contar con su consentimiento.

  • Contar con objetos visibles y concretos que reflejen la apertura hacia la diversidad; como afiches visuales, banderas, pulseras, pins, libros, revistas, entre otros.

Aunque estas recomendaciones han sido pensadas para profesionales de la salud, es importante que como personas individuales también podamos reflexionar respecto a los sesgos internos que tenemos hacia esta comunidad y tratar de implementar estas estrategias en el día a día. Como se revisó en el artículo, la violencia y discriminación se encuentra presente en todos los niveles, contar con información, prestar atención a nuestro lenguaje, actitudes y comportamientos, puede hacer una diferencia en que el ambiente para las personas LGBTQIA+ sea cada vez menos hostil y estresante. Todos podemos y debemos contribuir de alguna manera.

Marcelo Crockett es psicólogo de la Universidad de Chile, máster en investigación en psicología aplicada a las ciencias de la salud de la Universidad Autónoma de Barcelona y doctor en salud pública de la Universidad de Chile. Es investigador joven de Imhay.

Marcelo Crockett es también uno de los autores del Manual para Facilitadores sobre Habilidades Afirmativas para la Atención de Salud de Jóvenes LGBTQIA+.

El objetivo del manual se centra en educar y sensibilizar las problemáticas que atraviesan las personas LGBTQIA+ y entregar conocimiento y herramientas a estudiantes en formación de carreras de la salud para entregar una atención afirmativa.

Para conocer más información y recomendaciones para profesionales para una atención en salud afirmativa, te invitamos a revisar este manual Acá.

Tal como aparece en el Manual, también te dejamos los sitios webs de algunas organizaciones de apoyo LGBTQIA+:

Referencias

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