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¿Quieres cuidar tu salud mental? Cuida tus relaciones

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¿Quieres cuidar tu salud mental? Cuida tus relaciones

Por Ps. Trinidad Gómez

La importancia de la conexión social 

Cuando nos preguntamos ¿qué puedo hacer para mejorar mi salud? Es probable que lo primero en lo que pensemos sea llevar una alimentación nutritiva, hacer algo de actividad física, mantener un horario de sueño estable, entre otras. Todos estos son hábitos de suma importancia, pero ¿sabías que nuestras relaciones sociales –relaciones con amigos, familiares, parejas o conocidos– son fundamentales para nuestro bienestar?

Esto demostró el estudio de Harvard sobre el desarrollo en adultos. Desde 1938, este proyecto de investigación ha seguido la vida de 724 hombres desde su adolescencia hasta sus 90 años, y luego la de sus hijos. En 2015, Robert Waldinger, el cuarto director del estudio, presentó los resultados en una charla TED, destacando que tener relaciones sociales fuertes y de calidad nos mantiene saludables y felices a lo largo de la vida.

Desde entonces, la investigación en psicología ha consolidado este hallazgo. Hoy, no cabe duda que contar con conexión social es uno de los predictores más confiables para una vida larga, saludable y satisfactoria; las relaciones positivas protegen nuestra salud mental y física. A continuación, revisamos qué son las relaciones sociales positivas, por qué son tan importantes, y cómo cultivarlas. También nos detenemos en los riesgos de la otra cara de la moneda: la soledad y el aislamiento social.

¿Qué son las relaciones sociales positivas? 

Las relaciones sociales positivas son conexiones de calidad entre personas que brindan un sentido de pertenencia y seguridad, ayudándolas a enfrentar el estrés y las dificultades de la vida. Un ejemplo de relaciones sociales positivas son aquellas que tenemos con nuestros queridos amigos, parejas, familiares, colegas, u otros conocidos.

Es importante mencionar que una relación social positiva está determinada por la calidad de la interacción, y no por la cantidad de tiempo que destinamos a la relación. La calidad de una relación está determinada por varios factores que influyen en la satisfacción y el bienestar de las personas involucradas. Un aspecto crucial es el apoyo mutuo, ya que brinda seguridad emocional y ayuda en momentos de dificultad. La comunicación efectiva también es fundamental, pues permite expresar sentimientos, necesidades y preocupaciones de manera clara y respetuosa. La confianza, construida a través de la honestidad, fortalece el vínculo y permite una conexión más profunda. Además, el respeto de las diferencias individuales fomentan un ambiente de aceptación y comprensión. Cuando estos elementos están presentes, las relaciones tienden a ser más saludables y satisfactorias.

Ahora bien, una relación saludable y satisfactoria no implica que no hayan conflictos, discusiones o malos ratos. En una relación positiva y de calidad pueden existir diferencias de opinión o desacuerdos. No existe una relación perfecta. Sin embargo, lo importante es entender que en una relación positiva, los conflictos se abordan desde el apoyo mutuo, la comunicación abierta, la confianza, y el respeto. Por otro lado, siempre recuerda que la calidad de nuestras relaciones no solo se basan en la cantidad de tiempo que pasamos con una persona.

Esto implica que una relación con una pareja puede ser tan valiosa como la relación con un familiar o amig@. Aunque las relaciones románticas suelen recibir más atención, las amistades ofrecen beneficios similares para la salud y el bienestar. Al igual que una pareja romántica, las amistades de calidad proporcionan apoyo emocional, comprensión y un sentido de pertenencia.

De modo similar, se ha encontrado que incluso una interacción social positiva con un desconocido o con una persona con la que tenemos una relación casual, puede tener impactos positivos para nuestro bienestar. Piensa en tus compañeros de trabajo, vecinos, conocidos del gimnasio, o incluso la persona con quien esperas en una fila. Si la idea de conversar con un extraño te intimida, solo recuerda que un estudio encontró que las conversaciones con extraños tienden a ser menos incómodas, más agradables y generan una mayor conexión de lo que la gente espera.

Por último, debes saber que aunque es cierto que las primeras etapas de la vida suelen proporcionar oportunidades para formar vínculos duraderos debido a la proximidad y la frecuencia de interacción, las amistades profundas y significativas también se pueden formar en la adultez. A medida que envejecemos, tenemos nuevas experiencias y desafíos que pueden unirnos a otras personas con intereses y valores similares. Tenemos la oportunidad de conocer a personas a través de actividades y grupos que nos apasionan, dando lugar a amistades significativas basadas en intereses compartidos.

Recuerda estos puntos clave…

  1. La CALIDAD de tus relaciones es más importante que la CANTIDAD. Siempre debes priorizar la calidad de tus vínculos–ya sea con parejas, amistades, familiares, o colegas–por sobre la cantidad de relaciones. No es la cantidad, si no la calidad de tus relaciones, lo que marca la diferencia. 
  2. Una relación positiva y de calidad no es una relación exenta de problemas o desafíos. En una relación, siempre pueden haber conflictos o discusiones. Lo importante es trabajar juntos para resolver los conflictos de manera respetuosa y constructiva, con comunicación abierta y honesta y empatía.
  3. Es posible formar nuevos vínculos en todas las etapas de la vida, incluyendo la adultez. Nunca es tarde para generar nuevas amistades o relaciones
  4. Incluso una interacción social positiva con un desconocido puede traer beneficios para la salud. Tratar a todos quienes nos rodean con respeto y amabilidad nos beneficia a todos.

¿Por qué son tan importantes las conexiones sociales positivas?

Las relaciones de amistad favorecen nuestra salud mental reduciendo el riesgo de estrés, ansiedad y depresión. Aumentan la sensación de felicidad y satisfacción con la vida. Además, las conexiones sociales están asociadas con una mejor salud física, incluyendo un sistema inmunológico más robusto y una mayor longevidad.

La investigación destaca que las relaciones de alta calidad, que ofrecen apoyo social y compañía, son cruciales para el bienestar y pueden proteger contra problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad. Estos beneficios perduran a lo largo de la vida. La falta de amigos o tener amistades de baja calidad duplica el riesgo de muerte prematura, un factor de riesgo mayor que fumar 20 cigarrillos al día. 

Desde una perspectiva fisiológica, las relaciones cercanas y de apoyo han demostrado reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mejorar la función inmunológica y aumentar la longevidad. Diversos estudios han encontrado correlaciones entre interactuar con amigos y una disminución de la presión arterial y reducción de la reactividad cardiaca. Esto se debe en parte a que el apoyo social puede reducir los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés. Además, participar en actividades sociales puede estimular la mente, mantenernos activos y proporcionar un sentido de propósito y pertenencia, lo cual es esencial para una vida satisfactoria y plena. 

Quizá te puede sorprender: las conexiones sociales positivas no solo enriquecen nuestra vida emocional, sino que también tienen un impacto visible en nuestra salud física y longevidad.

El aislamiento social como factor de riesgo

En la otra cara de la moneda, la soledad y el aislamiento social aumentan el riesgo de muerte prematura más que otros indicadores de salud, como el tabaquismo y la obesidad. Según un estudio que incluyó a más de 308,000 personas, aquellas personas que no tienen amigos o cuyas amistades son de mala calidad tienen el doble de probabilidades de morir de forma prematura. Este riesgo es incluso mayor que el de fumar 20 cigarrillos al día.

Tal como fomentar relaciones sociales positivas protege nuestro bienestar, el aislamiento social es un factor de riesgo para el desarrollo de problemas en la salud. Se ha encontrado que el aislamiento social aumenta la probabilidad de sufrir de infartos cardíacos, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura. También se ha asociado el aislamiento social con problemas como depresión, problemas en el sueño, disminución de las funciones ejecutivas y cognitivas, y problemas cardiovasculares e inmunológicos. En personas adultas, el aislamiento aumenta el riesgo de desarrollar demencia.

Ahora bien, es importante entender que el aislamiento social es un factor de riesgo, no una sentencia. Como veremos en el siguiente apartado, existen medidas que puedes tomar para conectar con otros, como participar en actividades que te interesen, y considerar el apoyo profesional si lo necesitas. 

Recomendaciones para cultivar relaciones sociales positivas

A continuación, te entregamos algunas recomendaciones para cultivar relaciones sociales positivas.

  1. Interactúa con otras personas frecuente y regularmente.

Socializar con otros es como ejercitar un músculo. Además, está demostrado que entre más interactúas con otro, mejor caerás – la familiaridad aumenta el agrado. Considera organizar encuentros periódicos con conocidos, amigos o familiares, como una cena semanal o un café mensual. Esto permite mantener el contacto y a la vez fortalecer lazos. También puedes unirte a un grupo de lectura, voluntariado, una clase de tu municipalidad, un equipo de fútbol, o cualquier actividad que te ponga en contacto con nuevas personas. Asistir a eventos como cumpleaños, fiestas o reuniones de trabajo te da la oportunidad de interactuar con diferentes personas y mantenerte conectado con tu círculo social.

  1. Conversa y Escucha

Cualquier encuentro social es una posibilidad para interactuar, y a la vez, construir y fortalecer relaciones sociales positivas. Practicar la conversación y escucha es una buena manera de prepararnos para tener relaciones sociales positivas. Escuchar a otro implica interesarte por lo que te está compartiendo. Practica la curiosidad para desarrollar un genuino interés por lo que otro intenta contarte. Por otro lado, conversar requiere abrir nuestro mundo interno y atrevernos a compartir sobre nosotros mismos, lo cual no siempre es fácil. Recuerda que la práctica hace al maestro. Entre más practiques, más fácil va a resultar.

Y cuando no sepas que decir, haz una pregunta: preguntar demuestra atención y puede profundizar una conversación.

  1. Asume que caes bien

Muchas veces, entramos a una interacción social predispuestos a ser rechazados. Sin embargo, investigaciones recientes destacan que las personas tendemos a subestimar cuán apreciados somos cuando interactuamos con extraños. Esta percepción equivocada puede hacer que evitemos oportunidades de conexión que podrían ser realmente gratificantes. Al ser conscientes de que la mayoría de las personas nos valoran más de lo que creemos, podemos abrirnos más a nuevas relaciones y experiencias.

  1. Practica la intimidad

Piensa en la intimidad como invitar a alguien a tu casa. Cuando decides invitar a alguien a tu casa, estás abriendo las puertas de un espacio tuyo, personal. Es un acto de confianza y vulnerabilidad, porque en tu casa están tus recuerdos, tus emociones y las cosas que realmente te definen. A la vez, cuando visitas la casa de otra persona, te conviertes en su invitado. En esta situación, debes ser respetuoso y considerado, reconociendo que estás entrando en un espacio que no es tuyo. Debes cuidar tus palabras y acciones, para no incomodar al anfitrión, y mostrar aprecio por su forma de vivir y por lo que te han compartido.

La intimidad es invitar y ser invitado. Se trata de abrir tu espacio personal, y también de ser un buen huésped cuando eres el que está en el espacio de otro. Es una danza de dar y recibir, donde la confianza y el respeto son los pilares fundamentales.La intimidad es un aspecto fundamental de las relaciones sociales positivas. Al permitirnos compartir nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias más profundas, creamos una conexión más genuina y significativa. Esta apertura mutua ayuda a construir confianza, ya que las personas se sienten más seguras al ser vulnerables sin temor a ser juzgadas.

Para practicar la intimidad, intenta de a poco abrir las puertas de tu mundo emocional interno revelando algo que no siempre sueles contar, uno de tus sueños o aspiraciones, algo que te apasione o genere dificultad–así estarás abriendo las puertas a tu mundo interno.

¡Revisa nuestro material sobre relaciones sociales!

Consejos para conectar con otros y desarrollar hábitos sociales positivos

¿Cuándo buscar ayuda?

En este artículo, revisamos cómo el aislamiento social y la soledad pueden tener un impacto sobre nuestra salud física y mental. Por eso, es importante que sepas que si la mayor parte del tiempo te sientes solo o aislado, es posible buscar y recibir ayuda. 

Para orientarte, en PsiConecta tenemos varias guías de ayuda que dejamos a tu disposición:

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