Trastornos de alimentación

Los trastornos alimenticios son condiciones psicológicas sumadas a factores interpersonales, sociales y culturales, que perturban la conducta alimentaria de una persona y tienen consecuencias negativas para la salud física y mental. Los sentimientos de insuficiencia, depresión, ansiedad, soledad, así como las dificultades en las relaciones familiares y personales, o experimentar un evento traumático también pueden contribuir a los trastornos alimentarios. En este apartado encontrarás información para identificar signos y tratamientos para los diversos trastornos alimentarios (anorexia, bulimia, atracones, evitación y restricción de la ingesta de alimentos, rumiación y pica) ¡Cuanto antes comience el tratamiento, mejor!

Trastornos alimenticios: una vida cargada de emociones

¿Sabías que los trastornos alimentarios son algunos de los trastornos más prevalentes en la adolescencia y que pueden conducir a una enfermedad crónica e incluso incapacitante? A menudo, los signos y síntomas aparecen entre los 14 y los 19 años, pero también pueden presentarse en adultos y niños.

La mayoría de los trastornos alimentarios resultan de una profunda insatisfacción con el propio cuerpo, forma y peso que lleva a las personas a presentar determinados comportamientos poco saludables en relación al consumo de alimentos.

Los trastornos alimentarios son, básicamente, condiciones psicológicas sumadas a factores interpersonales, sociales y culturales, que perturban la conducta alimentaria de una persona y tienen consecuencias negativas para la salud física y mental. Los sentimientos de insuficiencia, depresión, ansiedad, soledad, así como las dificultades en las relaciones familiares y personales, o experimentar un evento traumático también pueden contribuir a los trastornos alimentarios. Si crees que puedes estar sufriendo alguno de los trastornos que describimos a continuación, busca ayuda lo antes posible. ¡Cuanto antes comience el tratamiento, mejor!

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa tiene como característica principal la insatisfacción extrema con el tamaño o la forma o las partes del cuerpo que llevan a la persona a la aversión a la comida, induciendo la auto inanición por la negativa a comer y la pérdida excesiva de peso. Hay un miedo y una preocupación intensa por engordar. El bajo peso puede hacer que las mujeres y niñas tengan amenorrea (cuando la menstruación se detiene durante 3 meses seguidos o más). En general, además de la aparente pérdida de peso, la persona puede tener la piel muy seca, caída del cabello y retraso en el desarrollo de la pubertad (cuerpo infantil).

Bulimia nerviosa

Al igual que la anorexia nerviosa, el miedo a la grasa y los intentos de perder peso son los principales síntomas de la bulimia nerviosa. La principal característica es la interrupción del ayuno prolongado a través de episodios de ingesta de alimentos en grandes cantidades, seguidos del acto de purgar los alimentos ingeridos para compensar las calorías consumidas. Es el sentimiento de pérdida de control, seguido de culpa, lo que conduce al acto de purga. Como forma de compensar por la ingesta excesiva de alimentos, la persona que padece de este trastorno induce el vómito, utiliza laxantes, pastillas dietéticas y otros mecanismos de purga con el objetivo final de adelgazar. El peso de la persona puede variar de normal a sobrepeso. Es posible que la persona presente erosión del esmalte dental debido a los episodios de vómito así como problemas gastrointestinales y cicatrices en la piel de la espalda de la mano resultante de inducir al vómito, entre otros signos.

Trastorno de atracones

Las personas que sufren de trastorno por atracón tienen frecuentes episodios de alimentación descontrolada. La diferencia con la bulimia es que los comedores compulsivos no eliminan el exceso de calorías del cuerpo. Su principal característica es la ingestión indiscriminada de alimentos, no hay selección ni criterio de qué comer y suele ocurrir en un lapso de 2 horas seguido de sensación física de hinchazón, malestar y sentimiento emocional de pérdida de control, culpa y vergüenza.

TERIA – Trastorno de evitación y restricción de la ingesta de alimentos.

Por medio de una alimentación selectiva y exigente este trastorno se caracteriza por una intensa falta de interés por determinados grupos de alimentos y preferencias por otros en función de sus características sensoriales como color, textura y olor como, por ejemplo, comer alimentos de color claro y nada más. La persona puede presentar cambios de peso, retraso del crecimiento y deficiencia nutricional significativa.

Trastorno de la rumiación

Se trata de la regurgitación repetida de los alimentos después de comer y no está relacionado con una afección gastrointestinal o de otro tipo, como el reflujo. Esto quiere decir que la persona que padece este problema ingiere la comida y luego devuelve a la boca la comida ya ingerida y repite este acto varias veces, masticando y comiendo nuevamente.

Pica

La persona con pica come regularmente sustancias no alimentarias durante un mes o más y este comportamiento no está asociado con ninguna tradición cultural o etapa de desarrollo, como los niños menores de 2 años que suelen llevar sustancias a la boca. Estas personas pueden presentar complicaciones nutricionales o clínicas como obstrucción intestinal, intoxicación, al comer papel, arcilla, tierra o cabello entre otras substancias.