Narcisismo
El narcisismo puede entenderse como una desregulación de la autoestima. En general, las personas con un trastorno de personalidad narcisista presentan altos índices de sufrimiento, así como quienes los rodean.

El narcisismo puede entenderse como una desregulación de la autoestima. En general, las personas con un trastorno de personalidad narcisista presentan altos índices de sufrimiento, así como quienes los rodean.
Revisa en este artículo
1. ¿Qué es el narcisismo?
2. ¿Por qué algunas personas son narcisistas y otras no?
3. ¿Cuándo pedir ayuda profesional?
4. ¿El narcisismo se puede tratar?
5. Datos de impacto en el mundo y Chile sobre el narcisismo
6. Mitos sobre el narcisismo
¿Qué es el narcisismo?
Es bien sabido que el concepto de “narcisismo” proviene del mito griego de Narciso: un joven de extraordinaria belleza que, tras rechazar cruelmente el amor de la ninfa Eco, es condenado por los dioses a enamorarse de su propia imagen como castigo. Un día, arrodillado frente a un lago, ve su reflejo en el agua y se enamora de manera tan profunda de esa imagen, que termina ahogándose, intentando alcanzarla. Aunque este mito contempla varios detalles aquí no especificados, es relevante que nos centremos en una sutileza de la historia: Narciso no se enamora de sí mismo, sino que de su proyección. Esto, porque refleja muy bien la experiencia de las personas narcisistas, estas tienen una mirada inflada de sí mismos, que no es realista , y que sufren ante la imposibilidad de tener esta imagen idealizada.
Cada vez es más parte del lenguaje coloquial el término “narcisismo” para denominar a personas que son arrogantes, tienen aires de superioridad, son egoístas, poco empáticas y pareciera que constantemente quieren llamar la atención. Aunque estos son algunos de los rasgos que efectivamente poseen las personas narcisistas, hay una diferencia entre presentar rasgos narcisistas y tener un trastorno de personalidad narcisista, pues se puede hablar de características sin necesariamente hablar de un diagnóstico. En este artículo, se entenderá por “narcisista” a aquellas personas que cumplan los criterios para un diagnóstico de trastorno de personalidad narcisista.
Como se adelantó al inicio de este artículo, lo que principalmente caracteriza al narcisismo es una desregulación de la autoestima de una persona, que puede fluctuar como un péndulo entre un polo de grandiosidad y sensación de superioridad frente a otros; y otro polo de inseguridad, preocupación excesiva frente al juicio externo, sensibilidad ante el rechazo o no sentirse a la altura. Hoy en día lo anterior se entiende mucho más como un continuo que como características fijas.
Quienes comparten cercanía con personas narcisistas, en general suelen verse dañadas de alguna manera, por eso es comprensible que sea difícil entender y empatizar con que las personas narcisistas también sufren, y mucho.
En la evidencia más reciente, se ha visto de manera cada vez más clara que habría al menos 3 perfiles de narcisistas:
(1) Grandioso o de “piel gruesa”: en general, tienden a no tener consciencia de las reacciones de otros, son arrogantes y en algunos casos incluso agresivos, buscan constantemente ser el centro de atención y se expresan y actúan en función de sus deseos y necesidades, sin importar cómo el otro se lo tomará.
(2) Hipervigilante o de “piel fina”: en general, tienden a ser altamente sensibles a las reacciones de otros y sentirse heridos, humillados o avergonzados. Suelen ser inhibidos, tímidos y tratan de pasar inadvertidos, dirigen la atención más a los otros y se encuentran híper alertas a las críticas, tienen un deseo muy grande de ser reconocidos y admirados. Dado que este perfil es mucho más consciente de su sufrimiento que el perfil “grandioso”, tienen mejor pronóstico para una psicoterapia, pues se encuentran más abiertos a la ayuda.
Aunque el perfil (1) y (2) puedan verse como completamente contrarios, es importante entender que se encuentran en un continuo en el cual las personas narcisistas oscilan.
(3) De alto funcionamiento o exhibicionista: en general, tienden a ser personas muy orientadas al logro, que se relacionan con otros a partir de la admiración que reciben y que suelen esforzarse por destacar y ocupar posiciones de reconocimiento y/o poder. Este perfil suele pasar más desapercibido dado que son mucho más hábiles para relacionarse con otros.
¿Existe el “narcisismo saludable”?
Algunos autores estarían de acuerdo con la idea de que existe un narcisismo “saludable”. Este refiere a la idea de una autoestima estable, sólida y bien regulada que permite a la persona valorarse sin menospreciar a los demás. En ella se encuentran integrados tanto los aspectos negativos como los positivos, posee mecanismos más sanos de regulación y se encuentra más ajustada a la realidad. Asimismo, los estándares morales son altos y las relaciones con otros son sanas.
Se plantea la idea de que es necesario este narcisismo para desenvolverse con seguridad y confianza en el mundo.
Trastorno de Personalidad Narcisista: Diagnóstico
En la actualidad, la evidencia apoya una mirada dimensional del trastorno de personalidad narcisista en la que se contemplan 2 criterios:
(A) Se presentan dificultades en:
- Funcionamiento personal: manifestado en la identidad y autodirección
- Funcionamiento interpersonal: manifestado en la empatía e intimidad con otros.
(B) Presencia de rasgos patológicos de la personalidad, específicamente dentro del dominio de “Antagonismo”. Estos rasgos pueden ser:
- Grandiosidad: autoimagen grandiosa y autoestima inflada, con tendencia a menospreciar a los demás y buscar reconocimiento como único o especial
- Búsqueda de atención: búsqueda excesiva de admiración y validación, con posibles conductas manipuladoras o demanda constante de atención
- Para considerar un rasgo como “patológico”, este debe ser persistente, inflexible y causar un deterioro importante a la vida de una persona.
¿Por qué algunas personas son narcisistas y otras no?
Muchos de los autores que se han dedicado a la temática señalan que el narcisismo guarda relación con la crianza que ha recibido una persona, especialmente el trato que sus cuidadores tuvieron con ella.
En el narcisismo, muchas veces se presentaron fallas en el adecuado reconocimiento y satisfacción de las necesidades del infante, sobre todo las que refieren a consolidar la autoestima y entenderse como alguien diferenciado a otros, -con sus propios deseos y requerimientos.
Asimismo, para la construcción de una autoestima sana y una sensación de seguridad en sí mismo, los cuidadores deben transmitirle al niño que es valioso y querido por quien es, para que este aprenda que es digno de ese amor y atención. A medida que va creciendo, el niño vivirá variadas frustraciones y tendrá experiencias que generaran el balance necesario frente a cierta idealización de los cuidadores. En el narcisismo, este proceso de desarrollo puede verse alterado de dos maneras:
(1) Excesiva idealización sin balance: si el niño nunca se ve enfrentado a frustraciones o límites, puede desarrollar una autoestima inflada y frágil que derive en una necesidad de validación constante y dificultades para manejar la crítica.
(2) Falta de validación y amor incondicional: si el niño no recibe suficiente reconocimiento o solo es valorado por el cumplimiento de expectativas externas, puede desarrollar una autoestima inestable y depender de la aprobación externa para sentirse valioso, disfrazando una profunda inseguridad como superioridad.
Por otro lado, se ha estudiado que muchas personas que presentan trastorno de personalidad narcisista tuvieron cuidadores que eran narcisistas también. Hay autores que plantearían que la relación entre el infante y sus cuidadores narcisistas configuraría una dinámica relacional traumática, que daría lugar al narcisismo. Como sabemos, las personas narcisistas tienen dificultades para empatizar con otros y verlos como personas que tienen necesidades y deseos propios y muchas veces se relacionan principalmente por utilidad y beneficio personal. Estas relaciones se caracterizan por ser verticales, en las cuales una persona ejerce poder sobre la otra.
En relación con lo anterior, se ha planteado que, para sobrevivir a cuidadores narcisistas, el infante puede seguir 2 caminos:
(1) Identificarse con estos cuidadores: daría lugar al perfil “grandioso/piel gruesa”, quienes son los que ejercen el poder sobre la otra persona: tienen la creencia de que, si no someten al otro, el otro los someterá, por lo que tienen la necesidad de dominarlo y mostrarse superiores. Son incapaces de ver las necesidades de otra persona,; ven al otro como una extensión de sus deseos, tienden a seducir o manipular a otros para que dependan de él y pueden ser crueles y aprovechadores.
(2) Dejarse someter por estos cuidadores: daría lugar al perfil “hipervigilante/piel final”, quienes son los sometidos al poder que ejerce el otro: han aprendido que, para conseguir el amor de su cuidador narcisista, deben anularse a sí mismos y dejarse ser sometidos.
Variable de género: en general los hombres tienden a identificarse con los cuidadores narcisistas y las mujeres más a ser quienes se someten.
Recordemos que la oscilación entre un perfil narcisista y otro es frecuente; por lo que una misma persona puede ser quien somete al otro o se deja someter dependiendo del contexto en el que se encuentra.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
El trastorno narcisista de personalidad muchas veces viene acompañado de un gran malestar psicológico, y pueden también estar presentes trastornos como la depresión, ansiedad, consumo problemático de sustancias, entre otros. No es raro que las personas narcisistas hayan pensado o incluso intentado suicidarse a raíz de situaciones que confrontan su imagen idealizada de sí mismos con la realidad, como no alcanzar metas y logros con los que fantaseaban, sentirse solos, perder amistades o que les cueste mantener una pareja.
Es esencial buscar ayuda en estos momentos , y si experimentas deseos e intenciones de hacerte daño, te recomendamos contarle a alguien cercano que pueda acompañarte sobre lo que estás pasando; y pedir ayuda a un servicio de urgencia a través de una línea telefónica o acercándote a la urgencia de salud mental más cercana a tu ubicación.
Te invitamos a revisar nuestro artículo sobre el suicidio para conocer más sobre cómo prevenir y tratar el riesgo. Allí también encontrarás otros recursos y líneas de ayuda.
El número *4141 es una línea telefónica para la prevención del suicidio completamente gratuita y confidencial, disponible de lunes a domingo las 24hrs.
Siempre es importante poder prevenir y no esperar a sentirse muy mal o que ocurra una situación grave para pedir ayuda. Es por eso quepor lo que te recomendamos acercarte a algún profesional de la salud mental si te sentiste identificado/a con algo de lo aquí señalado; y te das cuenta quede que ciertas formas tuyas de sentir, pensar y/o actuar están causando un daño significativo a tu vida.
Por ejemplo…
- En tus relaciones con otros: tienes constantes conflictos y puede que te cuestea mantener relaciones duraderas e íntimas. Asimismo, puede que otros te hayan comentado que te cuesta empatizar, que te preocupes de manera excesiva sólo por ti, que se sienten utilizados por ti, o que buscas mucho llamar la atención. Puede que hayas llegado a ser cruel o incluso agresivo/a cuando no consigues lo que quieres de otros.
- Cuando recibes críticas o tienes fracasos: sientes de manera muy intensa emociones como el enojo o la vergüenza; y tratas de evitar a toda costa situaciones en las que puedas recibir un comentario negativo o no destaques. Te cuesta manejar el rechazo, la indiferencia de otros o situaciones en las que no recibes la atención que esperabas.
- Experimentas de manera frecuente sensaciones de vacío e insatisfacción: a pesar de tus logros, sigues sintiéndote insatisfecho, deprimido o ansioso.
- Comportamientos de riesgo: para afrontar ciertas emociones haces cosas peligrosas que pueden ponerte a ti y a otros en riesgo, consumes alguna sustancia y/o te aíslas.
¿El narcisismo se puede tratar?
El tratamiento de un trastorno de personalidad narcisista es difícil por variadas razones, aunque sí es posible en algunos casos.
A pesar de que en la actualidad hay mucha más investigación al respecto que en décadas pasadas, la información sobre qué es efectivo en el tratamiento con personas narcisistas sigue siendo limitada.
Ahora bien, se ha estudiado que cuando los terapeutas consideran que el trastorno sí es tratable y tienen formación en ello, el tratamiento da mejores resultados.
Parte de lo que hace difícil el tratamiento con personas narcisistas refiere a la motivación propia que puedan tener para iniciar una psicoterapia. Es frecuente que consulten cuando son enviados por una 3era persona, como tribunales de justicia, parejas que les dan un ultimátum, familiares, entre otros. Asimismo, estos pacientes pueden tener una noción muy idealizada de la terapia y/o el/la terapeuta, teniendo altas expectativas de que en pocas sesiones se proveerá una solución mágica y rápida a todos sus problemas, viéndose muy defraudados cuando esto no ocurre y abandonando la terapia. En otros casos, puede ocurrir que el paciente trate de ser quien ejerce el control de las sesiones y sea difícil para el terapeuta comprender el sufrimiento que se encuentra detrás.
Te invitamos a revisar nuestro artículo respecto a qué es la psicoterapia, para que conozcas un poco más qué puedes esperar de ella: ¿Qué es la psicoterapia?
Aunque actualmente no se cuente con tratamientos basados en la evidencia para el narcisismo, se han establecido ciertos principios importantes de cumplir para llevar a cabo un proceso terapéutico con este tipo de pacientes:
- Ajustar expectativas de la terapia, explicitar y construir objetivos de tratamiento que sean claros y precisos, estableciendo un contrato terapéutico con las condiciones de la terapia y las tareas de terapeuta y paciente.
- Identificar conductas que interfieran con el tratamiento y trabajar en ellas.
- Validación y empatía con el paciente. No entrar en la pelea de quién tiene el poder.
- Identificar en conjunto fortalezas y debilidades.
- Ayudar al paciente a llegar a la vulnerabilidad que se esconde detrás de la grandiosidad.
- Trabajar en torno a la relación que se forma entre paciente y terapeuta, para entender qué ocurre con otras personas y cómo cambiar.
- Trabajar en formas más sanas de lidiar con el sufrimiento y tolerar mejor las incertidumbres y contradicciones.
- Promover que el paciente pueda empatizar con otros y reflexionar en torno a las necesidades y deseos que ellos puedan tener.
Aunque estos son algunos lineamientos generales, el abordaje terapéutico dependerá del perfil de narcisismo, como también de las características particulares de la persona.
Datos de impacto en el mundo sobre el narcisismo
- Según la 5ta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), el trastorno de personalidad narcisista afecta entre el 0% y el 6,2% de la población general. Sin embargo, parece ser más común entre las personas que buscan ayuda para problemas de salud mental (población clínica). En estos casos, la prevalencia sube, llegando a variar entre el 1,3% y el 20%. En consultas psicoterapéuticas privadas, la cifra es aún mayor, entre el 8,5% y el 20%. Como se puede observar, estos datos son poco precisos, ya que resulta difícil evaluar y acceder a personas con este trastorno.
- El trastorno de personalidad narcisista en muchos casos se presenta simultáneamente con otros síntomas y trastornos de salud mental; tales como ansiedad, depresión, trastornos alimentarios, abuso de alcohol y drogas y comportamientos de riesgo.
- A mayor edad, se tiende a ser menos narcisista. Un estudio realizado en Estados Unidos dio cuenta de que las personas entre los 20 y 29 años cumplen tres veces más el criterio de Trastorno de Personalidad Narcisista que aquellos mayores de 65 años.
- Este mismo estudio y otro más reciente dio cuenta de que el trastorno es más prevalente en hombres (7.7%) que en mujeres (4,8%). En ellos, este trastorno suele concurrir con un consumo problemático de alcohol y/o otras drogas, además de otros rasgos o trastornos de personalidad. Mientras que, en mujeres, el trastorno de personalidad narcisista suele coexistir con las fobias, ansiedad generalizada y bipolaridad tipo II.
Aunque en general en este apartado se hace un esfuerzo por incluir información estadística referente a Chile también, la poca investigación en nuestro país hace imposible que por ahora se cuente con aquellos datos. Esperamos que el panorama cambie en un futuro próximo.
Mitos sobre el narcisismo
MITO: Las personas con trastorno de personalidad narcisista no sufren por ello.
- REALIDAD: Aunque parecen seguras, las personas con este diagnóstico suelen tener una autoestima frágil y dependen de la validación externa. Esto las hace vulnerables a la crítica y al rechazo, causando ansiedad, insatisfacción y malestar emocional.
MITO: Los narcisistas no tienen emociones.
- REALIDAD: Las personas narcisistas sí tienen emociones, pero suelen tener dificultades para reconocerlas y gestionarlas. Pueden reprimir su vulnerabilidad y mostrar indiferencia, pero experimentan enojo, tristeza e inseguridad, aunque no siempre lo expresen de manera evidente.
MITO: Todos los narcisistas son iguales.
- REALIDAD: El narcisismo se manifiesta de formas diversas. Algunas personas pueden ser arrogantes y dominantes, mientras que otras son más sensibles e inseguros. Existen diferentes tipos de narcisismo, por lo que no todos presentan los mismos rasgos o comportamientos.
MITO: No hay nada que se pueda hacer para tratar el trastorno narcisista de personalidad.
- REALIDAD: Aunque difícil de tratar, no es imposible. La terapia puede ayudar a mejorar la empatía, la regulación emocional y las relaciones interpersonales. Con compromiso y el enfoque adecuado, es posible lograr cambios significativos.
MITO: Las personas narcisistas nunca van a poder formar relaciones cercanas.
- REALIDAD: Las personas con este diagnóstico pueden tener dificultades en sus relaciones, pero no significa que nunca puedan formar vínculos cercanos. Con conciencia, esfuerzo y, en muchos casos, terapia, pueden mejorar su capacidad para relacionarse de manera más genuina y saludable.
Ahora bien, es importante recordar que la personalidad narcisista se presenta en un continuo, donde en un extremo se encuentra una disfunción más grave. Dado lo anterior, aunque muchas personas con trastorno de personalidad narcisista pueden mejorar sus relaciones con esfuerzo y terapia, en los casos más graves en los cuales se presentan rasgos antisociales como la manipulación extrema, falta de empatía y/o infracciones a la moral, el pronóstico es más desalentador. En estos casos, la capacidad de formar vínculos cercanos se ve severamente afectada y la motivación para cambiar suele ser muy baja.
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Referencias
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