9 Consejos para afrontar el estrés universitario en tu año novato

Por: Trinidad Gómez Ortega

En los últimos años, se ha observado un deterioro en la salud mental de los jóvenes universitarios. Depresión, ansiedad, estrés, e insomnio son algunas de las problemáticas que nos afectan como grupo, según lo reportado por tres estudios recientes realizados en nuestro país.
La entrada a la universidad o instituto representa una transición que abre la puerta a la exploración de nuestra identidad, y a nuevas posibilidades y metas. Sin embargo, también trae consigo inestabilidad y cambios que requieren adaptación. Algunos cambios pueden parecer simples a primera vista: ajustarse a un nuevo horario, por ejemplo, o abandonar el uso de uniforme de colegio. Otros cambios son indudablemente más complejos: crear nuevos vínculos y amistades significativas, trasladarse de región, o asumir nuevas responsabilidades y exigencias académicas. Estos últimos son claros desafíos para muchos jóvenes.

¡Hay cosas que puedes hacer para facilitar esta transición!

1 Revisa tu sueño

En los estudios mencionados anteriormente, se encontró que el sueño es uno de los factores más afectados en jóvenes universitarios. Como debes saber, es ideal dormir entre 7-8 horas cada noche. También es recomendable establecer un horario regular para acostarte y despertar, contar con una rutina predecible para las horas antes de dormir (por ejemplo, apagar los electrónicos y tomar una ducha), incorporar actividades relajantes durante la tarde/noche (lectura, escritura, ejercicios de relajación), y evitar la cafeína. Si necesitas dormir siesta, procura que sean cortas. Muchos jóvenes reportan que al entrar a la universidad es difícil alcanzar las horas de sueño recomendadas. Lo importante es que la calidad y cantidad de tu sueño te permita una sensación de bienestar y descanso.

2 Organiza tu horario

Contar con un horario para tus actividades y responsabilidades le puede dar orden a tu vida y reducir tu ansiedad y estrés. Planifica cuántas horas necesitas dedicar a tus cursos, tareas y estudio. Intenta incluir tiempo para actividades placenteras que te permitan disfrutar. Incluye también actividades deportivas, ya sea ir al gimnasio o salir a caminar.

3 Aprende a priorizar

En la universidad, te verás enfrentado a demandas múltiples. No siempre será posible cumplir con todas tus metas a la perfección. A veces será importante para ti perder un par de horas de sueño para terminar de estudiar para un examen. Otras veces, vas a preferir descansar, dejando de lado temporalmente tus responsabilidades académicas. Priorizar tu bienestar físico y emocional es tan importante como priorizar tus responsabilidades académicas.

4 Modera tu consumo de sustancias

El entorno universitario presenta altos grados de consumo de sustancias, incluyendo alcohol, marihuana y otras drogas. El consumo de sustancias se considera problemático cuando interfiere con el cumplimiento de obligaciones, genera problemas de salud, y/o perjudica las relaciones interpersonales y sociales. El consumo problemático está relacionado con otros problemas de salud mental, incluyendo ansiedad y estrés. Por eso, si vas a consumir, que sea moderado.

5 Encuentra comunidad

Estudios han encontrado que sentir pertenencia con la universidad o instituto puede ser un factor protector de la salud mental. Por eso, busca espacios en los que te sientas cómod@ e incluid@. Muchas instituciones cuentan con talleres, cursos, o grupos estudiantiles extracurriculares. Anímate a explorar y podrás encontrar una comunidad con quien compartir tus gustos o pasatiempos. Esta comunidad se puede convertir en un sistema de apoyo para momentos difíciles.

6 Practica meditación o mindfulness

La meditación y el mindfulness te ayudan a conectar con el momento presente. Con el tiempo, son herramientas que te pueden ayudar a combatir el estrés y ansiedad. En nuestra página podrás encontrar prácticas e información adicional para incorporar este hábito.

7 Modera tus expectativas

No importa quién eres ni de dónde vienes; los cambios y desafíos con los que te puedes encontrar en tu primer año de universidad pueden ser difíciles de manejar. Ante nuevas exigencias académicas, sociales y demás, recuerda practicar la auto compasión. Tu y todos quienes te rodean están haciendo lo mejor posible. Ningún cambio es fácil. Pedir ayuda es algo valiente que te puede acercar a mejores soluciones para tus problemas.

8 Si las cosas se ponen difíciles, busca ayuda

A veces la vida nos trae dificultades que no siempre estamos en capacidad de enfrentar sol@s. Si te sientes triste o deprimid@, ansios@ o estresad@, si estás teniendo dificultades a la hora de dormir o alimentarte, o si percibes cambios en tu modo de ser que no logras explicar y que te generan malestar, BUSCA AYUDA. Apóyate en tus seres queridos, y/o acude a un profesional de la salud mental (médico, psiquiatra o psicólogo/a) para expresar tus preocupaciones.

9 No todo depende de ti

En Chile la cobertura de distintas patologías y el acceso a servicios de salud mental para distintos grupos etarios es todavía limitada. Muchas instituciones de educación superior se han visto en la obligación de ofrecer servicios de orientación, prevención, y apoyo a sus usuarios, así como también fomentar activamente una convivencia saludable. Asegúrate de conocer los recursos e iniciativas que tu institución tiene para ayudarte.