Déficit atencional
En esta publicación encontrarás información sobre qué es el déficit atencional, los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, cómo se diagnostica, cuál es su tratamiento y una serie de recomendaciones, actividades y meditaciones para su abordaje.
¿Qué es el déficit atencional?
El trastorno de déficit de atención con hiperactividad es un trastorno que comienza en la infancia y se considera un trastorno del desarrollo, pero es posible que no se diagnostique sino hasta la adolescencia o la edad adulta. A su vez, puede asociarse a dificultades emocionales, en el desarrollo de habilidades sociales y el rendimiento escolar.
Síntomas del déficit atencional
Falta de atención; se distrae de lo que está haciendo, tiene dificultad para mantenerse enfocada y es desorganizada. A menudo:
- No presta atención a los detalles o comete errores por descuido en el trabajo o durante otras actividades.
- Tiene dificultad para mantener la atención en las tareas.
- No parece escuchar cuando se le habla directamente.
- No sigue instrucciones ni termina sus tareas en el lugar de trabajo.
- Tiene dificultad para organizar sus tareas y actividades, por ejemplo, es desordenada y maneja mal el tiempo.
- Evita, no le gusta o se muestra renuente a participar en tareas que requieran un esfuerzo mental continuo.
- Pierde cosas.
- Se distrae con facilidad por pensamientos o estímulos irrelevantes.
- Es olvidadiza en las actividades diarias, como pagar cuentas, cumplir citas o devolver llamadas.
Hiperactividad; se mueve de un lado a otro en exceso cuando eso no es apropiado o se muestra inquieta, toquetea o da palmadas a las cosas o habla demasiado. A menudo:
- Sacude, mueve o toquetea las cosas con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
- Se levanta del asiento en situaciones en que se espera que permanezca sentada.
- Se siente intranquila o no puede mantenerse quieta por períodos prolongados.
- Es incapaz de participar con calma en actividades.
- Habla demasiado.
Impulsividad significa acciones precipitadas realizadas sin pensar o la imposibilidad de retrasar la gratificación. Hay una gran posibilidad de que estos actos impulsivos causen daño. Una persona impulsiva puede ser socialmente entrometida e interrumpir demasiado a las demás o tomar decisiones importantes sin considerar las consecuencias a largo plazo. Algunos ejemplos son:
- Responde sin dejar que terminen de hacer la pregunta.
- Tiene dificultad para esperar su turno, como cuando está en una fila.
- Interrumpe a otros o es entrometida.
Es importante señalar que también existe el déficit atencional sin hiperactividad, en que el síntoma principal es la falta de atención.
Evolución
El trastorno de déficit de atención con hiperactividad comienza en la infancia y se considera un trastorno del desarrollo, pero es posible que no se diagnostique sino hasta la adolescencia o la edad adulta. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, los síntomas de TDAH pueden estar presentes de forma persistente a lo largo de la vida. Aún así, pueden aprender estrategias para regularlas.
Tratamiento del déficit atencional
Se puede tratar con intervenciones conductuales, medicamentos o un conjunto de ambos. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden hacer una gran diferencia.