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Adultez mayor: “¿Quieres vivir bien? ¡Ten propósito!”

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Adultez mayor: “¿Quieres vivir bien? ¡Ten propósito!”

Por: Ps. Beatriz Croquevielle O.

Luego de cientos de investigaciones, los expertos están de acuerdo en que tener un Propósito en la vida o Sentido de Vida otorga a la persona una motivación intrínseca para adoptar comportamientos saludables a medida que envejecemos, lo que contribuye a lograr resultados positivos en la salud general. Por lo tanto, promover el Sentido de Vida viene a ser una piedra angular para un envejecimiento exitoso y mejores resultados de salud.

Y si de salud mental se trata corresponde hablar de PIL. ¿Qué es PIL?, es un constructo psicológico que refleja los objetivos de la vida, así como el deseo y la determinación de perseguirlos. Viene de la suma de las iniciales de las palabras en inglés “Purpose in Life” (PIL); en español, Propósito en la vida, viene a ser algo así como un pasaporte al bienestar y la salud.

Para profundizar sobre este tema, Daniela Thumala, Psicóloga de la Universidad de Chile y Doctora en Psicología de la misma universidad, que se ha especializado, tanto en el ámbito académico como profesional, en el campo de la Psicología del Envejecimiento y la Vejez (Psicogerontología), aborda diferentes aspectos en torno a esta temática.

Lo primero que pone en relieve es el desafío social que implica la soledad. Señala que “es una problemática que está instalada, no sólo en la adultez mayor, pero en esta etapa se hace más evidente y desafiante por las problemáticas asociadas. No se puede abordar la soledad como un fenómeno unívoco, sino que multifactorial, y claramente, se ha agudizado pues hoy vivimos más, la soledad duraba menos porque la gente vivía menos”.

La experta recalca que tal como se plantea actualmente, como una suerte de epidemia de soledad, se trata de algo nuevo, ya que la longevidad que actualmente experimentamos es inédita en la historia. También, aparecen varios elementos que podrían influir en ello (la soledad), como los cambios sociales en la familia, de “achoclonada”, con muchos hijos, con la mujer en la casa, con espacios más grandes, a la realidad actual de familias pequeñas, con pocos o ningún hijo, espacios reducidos, la inserción de la mujer en el campo laboral, entre otros elementos, son cambios que sin duda impactan en que estemos y nos sintamos más solos”.

Otro desafío de la adultez mayor es el tema del propósito o sentido de vida y la motivación, para esto Daniela afirma que “es un tremendo dilema para el cual no hay respuesta. La gente deja de trabajar o deja de estar en la actividad que estuvo siempre y muchos dejan de tener un para qué, sin contar con muchos espacios para poder llenar esa interrogante”.

Puntualiza que “a las personas en Chile, a los 50 años, les cuesta encontrar trabajo. Hay una realidad en nuestro país que a medida que se van cumpliendo años se reducen las posibilidades de colaboración. Eso es muy complicado, pues se cierran sus alternativas de participación y no se abren otras. La persona se retira y se dice, ¿ahora qué hago? Aún no tenemos una institucionalidad que pueda responder a esto. Lo veo en la consulta, personas que se preguntan, y bueno, ¡ahora qué!”.

– Frente a esa disyuntiva, ¿qué indican tanto la evidencia como tu experiencia personal, serían alternativas viables para responder a este para qué?

– “Soy una convencida de que el trabajo voluntario es una gran alternativa y no se trata sólo de hacerlo como tradicionalmente se comprende. Sino que, si tienes ganas, puedes colaborar desde tu propio conocimiento y habilidades. Por ejemplo, alguien que ha administrado, puede colaborar en algo de su rubro, alguien que enseñó, a colaborar desde allí. Pero, en nuestro país aún hay pocas instancias en que las personas sepan cómo sumarse y concretar, no tenemos una gran cultura de trabajo voluntario, como sí hay en otras partes”.

Compromiso Social: vitamina para una buena vejez

Es un hecho: el compromiso social es una estrategia de envejecimiento que beneficia la salud mental de los adultos mayores. Así lo demuestran cientos de investigaciones realizadas en todo el mundo, como el “Estudio internacional sobre participación social y salud mental”, que es una encuesta transversal realizada en 30 países, encontró que una mayor participación social en adultos mayores predice positivamente la salud general, la autorrealización y la satisfacción con la vida, reduciendo la soledad y la depresión.

De igual forma, los resultados del estudio “Social participation and mental well-being: Does purpose in life mediate the association among older adults?”, arrojó que la mayor participación social se asocia con mayor satisfacción vital y menos síntomas depresivos, mediado por un mayor sentido de propósito en la vida.

En Chile, una investigación realizada en la Región del Bío-Bío, comparó adultos mayores voluntarios y no voluntarios, encontrando que los voluntarios presentaron un mayor nivel de bienestar psicológico, siendo esta diferencia significativa.

Por eso las palabras de Daniela Thumala resultan pertinentes y oportunas. Cuenta que en GERO, centro multidisciplinario con enfoque en enfermedades cerebrales que integra la investigación básico-clínica como elemento fundamental en las diferentes características del envejecimiento, “comenzamos un estudio en torno al tema de la participación social en adultos mayores. Buscamos hacer un piloto respecto del trabajo voluntario en personas mayores, la realizamos con una Fundación que opera con colaboradores de la tercera edad y nuestro objetivo es comprobar si efectivamente hay diferencias en el bienestar y salud mental de entre quienes realizan servicio comunitario y quienes no”. Asegura que “hay abundante evidencia internacional que demuestra que el compromiso social aporta al bienestar y que es una manera de darle sentido a la vida. Los estudios demuestran que dar, preocuparte por otros, contribuir a la sociedad, es la mejor manera de estar bien”.

– Pero, ¿qué sucede si esa persona no tiene cabida en el contexto social?

– “Lo pasa mal, porque ya sabemos que tener propósito y motivación ayuda a vivir mejor. E insisto, no tenemos una institucionalidad que favorezca la participación de los adultos mayores en la sociedad por medio del voluntariado. Personas de más de 80 años, que han tenido una carrera, dicen quién se va a interesar por mí. No encuentran espacios de integración social”.

– ¿Qué dicen los estudios, respecto de qué razones le dan los adultos mayores al vivir?

– “Cuando hay una demanda externa evidente, ni siquiera cabe la pregunta. Por ejemplo, si la persona mayor está cuidando a su pareja que tiene alguna enfermedad, puede decir mi vida se ha reducido a esto (cuidar), pero no cabe mucho la pregunta del propósito, pues ese es el sentido de vida ahora. Haya elegido o no ese propósito, ese es el sentido. Lo mismo, aquellos que de una u otra manera están aún vinculados a su mundo laboral, también sienten esto. Pero, cuando la vida te va despojando de lo que siempre hiciste y de lo que siempre te daba valor, el desafío es enorme. Y muchas veces hay una sensación desde el aburrimiento hasta la pérdida de sentido total. Sobre todo cuando ello está asociado a las pérdidas propias de la vejez. Por ejemplo, cuando alguien te dice, no sé para qué sigo acá cuando todo me duele, qué enfermedad me falta por tener, soy un cacho para el resto de mi familia, no le veo asunto a esto. Se observa que aquellos que tienen un sentido de trascendencia, un sentido de espiritualidad, ojo, no necesariamente religioso, son personas que responden mejor a este momento. Se trata de personas que viven esa trascendencia con profundidad, pues hay personas que se quedan muy en la forma y entonces viven igual ese vacío o bien, están muy enojadas”.

Continúa: “Aparece el vacío, la pregunta. Para muchos ejercer el rol de abuelos los puede llenar bastante,hay otros, que ese rol no los llena, sino que es sólo una parte, muchos actualmente no son ni serán abuelos y cada vez son más. Aquí cabe la pregunta, ¿para qué? Soy una convencida de que el hecho de preocuparte por los demás, es una fuente de salud mental, es una manera de estar con otros, de desarrollar nuevos lazos afectivos y de sentir que tu vida tiene un propósito, que hay algo que puedes aportar al otro, a la sociedad. Esto es algo que queremos probar en Chile con investigación y que la evidencia internacional confirma”.

Sin duda, el compromiso social es una arista que en esa etapa de la vida se puede explorar, la especialista asegura: “Es un momento en que ya no se está en la competencia feroz. Creo que la vejez es una tremenda oportunidad, no sólo un problema. La vejez te despoja, tarde o temprano de aquello que tú crees que es tan importante en la vida, de la belleza física, del prestigio, el poder (si lo tenías), el dinero, la salud física, el atractivo. Creo que, aunque duela, ahí hay una oportunidad. Quizás, si la vida nos priva de aquello, tal vez no era lo más importante”.

– ¿Qué crees, entonces qué es lo más importante?

– “El valor de los trascendente, puede ser trascender tu propio yo. Darte a otro. Puede ser espiritual o no. Son palabras tan manoseadas, pero pareciera que va por ahí: lo más importante son las relaciones con los demás, es la bondad, darte a otros. Antes de esta etapa parece que tiene menos cabida, pues la persona está buscando su espacio en el mundo, estás tratando de hacerte un espacio. Jung lo dijo, que la segunda mitad de la vida puede ser más interesante que la primera, en la primera buscas tu destino, pero la vejez te dice que te vas a ir de este mundo”.

Daniela explica que el autor Lars Torstam, sociólogo sueco, plantea la “Teoría de la gerotrascendencia”. En análisis con muestras grandes de población, pudo observar que “muchos tenían un sentido más desapegado de lo mundano, una mirada más cósmica de la vida, más en paz con la vida, menos identificados con esta materialidad. La que se caracteriza por develar aspectos espirituales que pueden activarse en los adultos mayores como parte de un sano desarrollo psico-religioso. Hay que sacarla connotación religiosa pues deja fuera a muchas personas que no son practicantes de algún credo, pero que sí son tremendamente espirituales. Esto es un tema de trascender el propio yo, dejar de ser el centro. Quizás poner el foco en otros y no sólo en uno mismo”.

– ¿Cómo pueden los terapeutas contribuir al bienestar de estos pacientes?

– “Hay cosas que puedes hacer y otras que no. No le puedes inventar un espacio que no depende de ti. Sí puedes ayudar a esa persona a que busque algo que le dé sentido. La psicología puede poner evidencias para qué, a nivel de instituciones, de políticas públicas, de sistema educacional, etc., estos temas se aborden y se trabajen desde antes. La gente no puede llegar a la jubilación y darse cuenta que se quedó sin nada. Tiene que haber una cultura instalada, de prepararse para esa etapa. Que las personas e instituciones se preparen”.

Sostiene: “Nosotros como psicólogos no vamos a hacer las políticas públicas específicas, pero sí podemos mostrarle a quienes tienen poder e injerencia en las mismas, datos y buenos datos. A nivel nacional, tenemos pocos datos. En el extranjero hay. Nosotros en GERO queremos hacer esto, meternos en política pública con evidencia, para que pueda hacer esto. Pero no sólo el Estado, también la sociedad civil tiene mucho que hacer y decir. Que la persona pueda buscar alternativas de sentido, alternativas depropósito. Pero si tienes una institucionalidad fuera que te favorece, es mucho mejor. Estamos lejos de eso, hay una deuda enorme con el tema del sentido y del propósito en la adultez mayor”.

– ¿Qué intervenciones han demostrado ser fructíferas con adultos mayores?

– “Que traten de conectar con lo que les produce placer o agrado y ver cómo eso lo pueden amplificar. Por ejemplo, si ama a su mascota, que indague algún voluntariado o apoyo a alguna institución que trabaje en el rescate animal. Que en algo que les resuene fuerte poder amplificarlo, darle más espacio a ese interés. Y debe ser acorde a aquello que le resuene a esa persona. Ayudar a pensar en alternativas en que aquello tan central para la persona, pueda seguir dándose y haciéndolos ser parte de la sociedad. Más que encontrar un propósito, que es algo tan personal, es contribuir a que esa persona pueda abrirse a que a cualquier edad es posible participar y contribuir”.

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