Síndrome de Burnout
El síndrome del burnout se entiende como un agotamiento extremo debido a un nivel de estrés y carga mental muy alto en el trabajo, que tiende a cronificarse en el tiempo.
Revisa en este artículo:
¿Qué es el burnout?
El concepto de ‘burnout’ viene del inglés, y se refiere a “estar quemado” como consecuencia de un desgaste extremo que se produce en los trabajadores/as cuando la presión laboral o el estrés llegan a un punto crítico, tanto por ser excesivo o prolongado. Se expresa en un agotamiento mental, físico y emocional.
Ahora bien, es esencial entender que el burnout deriva de la organización del trabajo, y es consecuencia de factores de riesgo psicosocial propios del ambiente laboral y condiciones de trabajo de una organización; y no necesariamente corresponde a una respuesta o síntoma específico de un solo trabajador/a.
Desde el 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoce como una enfermedad laboral con síntomas físicos y emocionales. Se destacan 3 síntomas principales:
- Sensación de cansancio o pérdida de la energía
- Sensación de desapego con el trabajo, y emociones negativas contra él
- Disminución en la eficacia al realizar el trabajo
Incluso ha sido agregado en la versión más reciente de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), y se describe como “un estado de agotamiento vital al desgaste resultante del estrés crónico derivado del trabajo”.
Otros síntomas relevantes también son:
Como se puede apreciar, el burnout comparte varios síntomas con los cuadros de depresión y ansiedad; pero lo particular de este síndrome refiere a un agotamiento excesivo derivado del trabajo. Ahora bien, es importante recordar que aún cuando se incluya como una enfermedad individual, la naturaleza de este malestar es organizacional, pues estos síntomas nos están dando cuenta de algo que está sucediendo al interior de una organización y que está afectando a más de una persona o grupo.
¿En qué se diferencia el burnout del estrés?
El estrés puede entenderse como una respuesta innata frente a exigencias del ambiente, que nos prepara a nivel físico y mental para poder responder a ellas. En sí mismo no necesariamente es algo malo, pues nos permite llevar a cabo diversas actividades de nuestra vida cotidiana. El problema viene cuando el estrés es desproporcional a la exigencia y/o cuando este es mantenido por más tiempo del necesario.
Si quieres conocer más del estrés, visita nuestro artículo:
Se habla de burnout cuando el estrés y presión laboral llega a niveles muy altos, ocasionando así que los trabajador@s se sientan abrumad@s, exhaust@s y completamente desbordad@s. Llegado a este punto, las consecuencias tienden a ser perjudiciales para el bienestar y salud mental y física no sólo de un trabajador en particular que desarrolla burnout, sino también de todo el grupo de trabajo que probablemente se ve sometido a las mismas presiones.
¿Se puede prevenir?
Aunque es considerado como uno de los síntomas más frecuentes en el ambiente laboral, especialmente en aquellas tareas que contemplan el cuidado o la atención de otr@s, es posible trabajar en su prevención a nivel organizacional.
Se debe tener en cuenta que el burnout es una manifestación propia de la cultura organizacional, sus políticas, ambiente laboral, condiciones y formas de organizar el trabajo. Asimismo, lo anterior también se ve afectado por el contexto sociopolítico, económico y cultural que lo envuelve. Esto es importante porque la responsabilidad de prevenir el burnout no depende únicamente del trabajador que ha mostrado síntomas, sino que es la organización la que debe hacerse cargo de esta realidad.
¿Qué elementos propician el desarrollo de un síndrome de burnout en trabajadores?
- Un ambiente laboral con muchas presiones para que l@s trabajador@s produzcan de una cierta manera, metas inalcanzables o que sitúan a las personas en un conflicto ético o de rol.
- Un ambiente laboral hostil, donde predominan estilos de liderazgo autoritarios, hay hostilidad entre pares y ambiente de competencia, donde no se promueve la confianza y colaboración.
- Tener poco o nada de control y/o autonomía sobre la cantidad o calidad del trabajo que se debe realizar
- Problemas de conciliación entre la vida personal y el trabajo, que impiden disfrutar de otros espacios fuera de lo laboral
- Culturas laborales que no valoran el reconocimiento de los méritos y el logro de quiénes trabajan ahí.
- Poca claridad en la definición de roles, que se traduce en dificultades para entender lo que se espera de uno.
- Lo que se espera del/a emplead@ en el trabajo es desproporcionado o demasiado exigente respecto de los recursos con que éste/a cuenta para llevar a cabo sus tareas.
Ahora bien… ¿cómo podemos abordar los riesgos que promueven este síndrome?
A nivel organizacional:
- Diseñar sistemas organizacionales hechos para las necesidades humanas. Es importante que las personas sientan que su trabajo es significativo, tiene un propósito y que puedan desarrollar algún nivel de control y autonomía respecto de sus tareas, tiempos y cargas de trabajo. En este punto destacan 2 factores: la toma de decisiones y la carga laboral. Promover dinámicas de confianza, colaboración y reconocimiento en el ambiente laboral, constituyen factores claves para promover vínculos sanos y seguros, y al mismo tiempo, productivos.
- Formar líderes que sepan cómo gestionar una organización de manera participativa. Los liderazgos son muy importantes para que las personas se sientan bien y sean productivas en su trabajo. Un estilo de liderazgo participativo anima a las personas a trabajar juntas para resolver problemas y tomar decisiones sobre cosas que les afectan directamente, permitiendo el desarrollo de su potencial y satisfacción. Para ello es clave que su gestión se base en el ejemplo. Un liderazgo que trabaja colaborativamente, actúa de manera empática, es capaz de reconocer y desarrollar el valor de otr@s, promueve el que el resto de su equipo se relaciones de esta manera.
- Promover la pertenencia y construir una comunidad social. Se ha demostrado que un factor protector frente al burnout reside en que las personas se sientan parte de un grupo y tengan buenas relaciones entre ellos. Trabajar en equipos fuertes y respetuosos es crucial. Los liderazgos deben ser conscientes de esto y ayudar a construir vínculos sólidos que promuevan el bienestar y cuidado. Promover espacios de conversación e intercambio de ideas, colaboración y apoyo mutuo, tomar decisiones en equipo y diseñar espacios donde l@s trabajador@s puedan interactuar y conectarse, como salas de descanso o áreas comunes, pueden fortalecer el sentido de comunidad.
- Ampliar el marco de acción sobre posibles mejoras en relación a la tarea. Es importante escuchar y abordar las frustraciones que a veces se generan innecesariamente a partir de obstáculos que impiden a las personas realizar bien su tarea, tales como exceso de normativas, burocracia, controles, entre otros, que son innecesarios y sólo generan desgaste y tensión. Se sugiere que los liderazgos trabajen en conjunto con sus equipos para identificar y resolver problemas en el ambiente laboral, como procesos ineficientes o políticas que los afectan negativamente y con ello, facilitar las condiciones para que éstos puedan contribuir con su trabajo activamente.
¿Y qué puedes hacer tú?
- Programa descansos durante el día: puedes tomar cinco minutos para preparar un café o dar un breve paseo. Desconéctate de la tecnología durante estos descansos para relajar la mente.
- Establece vínculos positivos en el trabajo: el compartir con compañeros, apoyarse entre sí, conectar con las necesidades de los demás, confiar y ser reconocido por pares protege y disminuye las consecuencias negativas de las presiones laborales. Escuchar a los demás mirándolos a los ojos, mostrar interés por sus temas, tener gestos amables, contribuye a que los niveles de empatía sean más altos y por ende, haya mayor preocupación por los demás.
- Marca límites: todas las causas del burnout tienen algo en común: la presión externa. Para ello, intenta desconectarte del trabajo a una hora fija todas las tardes, desactiva las notificaciones durante los fines de semana y/o guarda todo lo relacionado al trabajo en un lugar fuera de tu vista cuando termina la jornada laboral.
- Promueve el balance entre la vida privada y el trabajo: además de dormir lo suficiente y pasar tiempo con tus seres queridos, es importante dedicar tiempo a tus propios intereses fuera del trabajo. Disfruta de actividades como leer, socializar, ser creativo, hacer ejercicio u otras que te gusten y que ojalá te mantengan lejos de las pantallas.
Toma acciones de autocuidado: es importante que consideres pedir ayuda a algún profesional de la salud mental para que puedas aprender a poner límites y/o tomar decisiones que te permitan aclarar lo que te está sucediendo y hasta donde llega tu responsabilidad en ello.
Mitos sobre el burnout
“Estar quemado es sinónimo de ser débil“
El burnout es una condición que surge de la exposición prolongada al estrés laboral, no de una debilidad personal o estilo de personalidad. Incluso las personas más fuertes pueden experimentar burnout si están sometidas a presiones laborales excesivas durante mucho tiempo. El burnout es una señal de que se necesitan cambios en el ambiente laboral o en la forma de gestionar el trabajo.
“El burnout es un problema individual, no del lugar de trabajo“
Debido a que los síntomas del burnout varían de persona a persona, a menudo se ve como un problema personal. Pero es importante recordar que las personas son parte de un sistema más grande, que suele ser la raíz del problema; y por tanto es fundamental que los espacios de trabajo se hagan responsables.
“Superar el burnout implica realizar cambios drásticos“
Es común que las personas eviten reconocer el burnout por temor a tener que dejar sus trabajos, incluso si aún les gusta lo que hacen. Sin embargo, hacer pequeños cambios, como establecer límites entre el trabajo y la vida personal, interactuar más con los compañeros y crear vínculos que ayuden a procesar y contener lo que está sucediendo, puede aliviar considerablemente el malestar sin necesidad de hacer ajustes radicales.
“Sólo necesitas vacaciones“
A menudo se confunde el estrés diario con el agotamiento, olvidando que una solución rápida solo aliviará temporalmente el problema. Para tratar el burnout, es crucial identificar su origen, y no reforzar la idea de que lo mejor de la vida laboral son los fines de semana. El burnout se tiende a cronificar, pudiendo derivar incluso en la imposibilidad de seguir en un trabajo y la necesidad de retirarse.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
Es importante considerar pedir ayuda profesional cuando sientas que las exigencias y presiones laborales te están afectando significativamente no sólo en tu trabajo, sino también en tu vida personal, y sientes que no puedes manejarlo por tu cuenta. Algunas señales de que es momento de pedir ayuda pueden ser:
- El descanso luego del trabajo o los fines de semana que en un principio te recargaban lo suficiente de energía para continuar ya no es efectivo, y estás constantemente cansado.
- Has notado que de manera frecuente te cuesta concentrarte en el trabajo, te demoras más en realizar las labores y/o cometes más errores.
- Notas cambios en tu humor hacia el enojo, irritabilidad, tristeza, frustración o desesperanza
- Tienes dolores físicos que no tienen una explicación fisiológica, tales como dolores de cabeza, problemas digestivos, dolores en el cuerpo, mareos, entre otros
- Sientes una sensación persistente de desmotivación y satisfacción con tu vida y trabajo
- Cuando tus formas de lidiar con el estrés y agotamiento no dan resultados y te sientes cada vez más desesperanzado o desanimado
- Si recurres a comportamientos poco saludables para manejar el estrés y la presión laboral, como consumo problemático de alcohol o drogas, entre otras.
Magdalena Garcés esPsicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Magíster en Psicología, Universidad de Chile. Doctora en Psicología, Universidad Diego Portales. Miembro de la Red Latinoamericana de Clínicas del trabajo. Colabora con la Red Investigador@s Aliados #INNOVASC de la Dirección del Servicio Civil. Actualmente participa del Programa de trabajo sobre riesgos psicosociales en el trabajo en América Latina. También es miembro del Núcleo Interdisciplinar Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NIUMAAP). Cuenta con 18 años de experiencia en gestión proyectos consultoría en gestión de personas y organizaciones. Dentro de sus líneas de interés en investigación y docencia se encuentra la salud y el bienestar en el trabajo, los riesgos psicosociales y la cultura organizacional y las transformaciones del trabajo contemporáneo.
Referencias
- Acosta, Corinna. (02 de octubre de 2015). 5 mitos que necesitas romper sobre el síndrome de burnout. Expok. https://www.expoknews.com/5-mitos-que-necesitas-romper-sobre-el-sindrome-de-burnout/
- Ferrer, R. (2005) El desgaste profesional: un riesgo laboral. En “Quemarse en el trabajo (Burnout)”. Egido Editorial: Zaragoza.
- Foladori, H. (2007). Burn out: el trabajo psíquico con equipos de salud y de educación, Revista mexicana de Orientación Educativa, N º12.
- Fioretti, B. (21 de noviembre de 2022). Síndrome de burnout: síntomas, tratamiento y cómo enfrentar esta enfermedad. National Geographic. https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2022/11/sindrome-de-burnout-sintomas-tratamiento-y-como-enfrentar-esta-enfermedad
- Martins, J. (28 de marzo de 2024). Qué es el burnout: cómo identificarlo y prevenir el desgaste profesional. Asana. https://asana.com/es/resources/what-is-burnout#c%C3%B3mo-prevenir-el-burnout-consejos-para-l%C3%ADderes-y-trabajadores
- Swensen, J.& Shanafelt, T. (2017). An Organizational Framework to Reduce Professional Burnout and Bring Back Joy in Practice. The Joint Commission Journal on Quality and Patient Safety. http://dx.doi.org/10.1016/j.jcjq.2017.01.007