Duelo por suicidio
Es el duelo que se experimenta tras la muerte de una persona cercana por suicidio. Se ha observado que este tipo de duelo suele ser más difícil de transitar que la pérdida de un ser querido por otras causas, y que conlleva un mayor impacto en la salud mental de quienes lo experimentan.

Si tú o alguien que conoces está experimentando deseos o intenciones de hacerse daño, pide ayuda a un servicio de apoyo a través de una línea telefónica o acercándote a la urgencia de salud mental más cercana. El número *4141 es una línea telefónica gratuita y confidencial para la prevención del suicidio, disponible de lunes a domingo las 24hrs del día.
También te invitamos a revisar nuestro artículo sobre el suicidio para conocer más sobre este, su prevención y acciones para disminuir el riesgo: https://psiconecta.org/suicidio. Allí también encontrarás otros recursos y líneas de ayuda.
Revisa en este artículo
- ¿Qué caracteriza un duelo por suicidio?
- Reacciones emocionales y duelo complicado
- Niveles de afectación por cercanía al fallecido y sobrevivientes de suicidio
- Datos generales de impacto en el mundo y Chile sobre el duelo por suicidio
- Mitos en torno al duelo por suicidio
- ¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Intervenciones psicoterapéuticas en un duelo por suicidio
¿Qué caracteriza un duelo por suicidio?
El duelo por suicidio es el proceso que atraviesa una persona tras la muerte de alguien cercano por esta causa. A diferencia de otros tipos de duelo, se caracteriza por una mayor complejidad emocional y un impacto profundo en la salud mental. Esto se debe a que, además del dolor por la pérdida, quienes lo viven enfrentan repercusiones emocionales y sociales particulares.
Entre las reacciones más comunes se encuentran emociones intensas y a menudo contradictorias. Es habitual experimentar tristeza, culpa, sensación de abandono, impotencia y una búsqueda constante de explicaciones. También pueden surgir sentimientos de responsabilidad o autocrítica, así como rabia, tanto hacia la persona fallecida como hacia uno mismo. Esta última suele generar un malestar especial, ya que socialmente se considera inapropiado sentir enojo hacia quien ha muerto.
Otro rasgo distintivo de este tipo de duelo es la escasez de apoyo social. Las personas que lo atraviesan suelen recibir menos contención por parte de familiares y amigos que quienes enfrentan otros tipos de pérdida. Esto se relaciona con el estigma y las creencias sociales en torno al suicidio, que generan silencios, incomodidad y distancia en las redes de apoyo. Como resultado, quienes están en duelo pueden sentirse aislados, incomprendidos y con temor a ser juzgados, lo que dificulta aún más su proceso de recuperación.
El siguiente cuadro presenta las reacciones que pueden surgir en el corto y mediano plazo durante un proceso de duelo por suicidio.
(Adaptada de Jiménez-Molina, A., Costa-Cordella, S., Rojas, G., Martínez, V., del Río, P., Silva, M., Barrera, T., Ojeda, F., & Núñez, D. (2025). Estar: Guía de postvención para el acompañamiento de personas, familias y comunidades tras una muerte por suicidio. Santiago: UDP/UCH/MIDAP)
Es importante destacar que muchas de las reacciones que aparecen en el corto plazo tras una pérdida por suicidio pueden ser similares a las de otros tipos de duelo. Sin embargo, lo que distingue al duelo por suicidio es la intensidad de estas reacciones y su prolongación en el tiempo.
Las personas que atraviesan este tipo de duelo tienen un mayor riesgo de desarrollar un duelo complicado. En un proceso de duelo “habitual” —aunque cada experiencia es única—, lo esperable es que, con el paso de los meses y generalmente dentro del primer año, la persona logre retomar sus actividades y reorganizar su vida incorporando la ausencia del ser querido. En cambio, en un duelo complicado, las emociones intensas persisten y dificultan significativamente la adaptación, generando una sensación de estancamiento en el proceso de recuperación.
Niveles de afectación por cercanía al fallecido
Si bien en general las personas más cercanas al fallecido —como familiares, pareja o amig@s— suelen ser las más afectadas tras un suicidio, también pueden verse impactadas otras personas de su entorno, como miembros de comunidades educativas, laborales, deportivas o vecinales. Por ello, es fundamental considerar el apoyo a estos grupos.
La investigación identifica tres niveles de afectación, clasificados según la intensidad y duración del impacto emocional que produce el evento.
Datos generales del impacto de un suicidio en Chile y el mundo
- La Organización Mundial de la Salud ha estimado que en el mundo muere una persona por suicidio cada 40 segundos, lo que equivale a más de 700.000 muertes por suicidio al año. En Chile, se estima que mueren unas 5 o 6 personas al día por esta causa. Aunque más difícil de calcular, algunos estudios han mostrado que por cada persona que muere por suicidio, puede haber hasta 135 personas afectadas y alrededor de unas 10 o 20 de aquellas, vivirán un duelo por suicidio, lo que en nuestro país corresponde a unas 18.000 o 16.000 personas que vivirán este proceso al año.
- A nivel mundial, 1 de cada 20 personas estará expuesta a un suicidio en el plazo de 1 año y 1 de cada 5 alguna vez en su vida.
- Un estudio realizado en Reino Unido concluyó que las personas que viven un duelo por suicidio tienen un 65% más de probabilidad de intentar suicidarse que las personas que viven un duelo por otras causas y que el 10% intentará hacerlo.
- Se estima que un cuarto de los sobrevivientes por suicidio necesitará ayuda profesional durante un año luego del evento y un quinto necesitará ayuda por al menos 2 años.
- La exposición al fallecimiento de un paciente/usuario es un riesgo común para aquellas personas que trabajan en el área de la salud o trabajo social. Se estima que se expondrán al suicidio de un paciente/usuario en algún punto de sus carreras un tercio de los/as trabajadores/as sociales, 55% de enfermeros/as, entre un 22% y 39% de psicólogos/as y entre un 51% y 82% de psiquiatras.
Mitos en torno al duelo por suicidio
- “El duelo por suicidio siempre resulta ser un duelo complicado”
Aunque se ha señalado que las personas que viven un duelo por suicidio tienen más probabilidades de vivir un duelo complicado, esto no quiere decir que ocurra en todos los casos de manera inevitable. Se ha observado que el apoyo que recibe una persona para procesar esta experiencia, junto con sus recursos personales y de su comunidad, son fundamentales para adaptarse a la pérdida de su ser querido.
- “Para superar un duelo por suicidio, es esencial entender por qué una persona se suicidó”
Una reacción común tras un suicidio es preguntarse por qué ocurrió, con la creencia de que entenderlo facilitará la aceptación de la pérdida. Aunque es natural buscar explicaciones, cuando esta necesidad se prolonga en el tiempo puede volverse un obstáculo, intensificando emociones como la culpa o la frustración. Aceptar que quizá nunca se obtendrán todas las respuestas y aprender a convivir con esa incertidumbre es una parte importante del proceso de duelo.
- “Todos los sobrevivientes de suicidio sienten culpa”
Aunque la culpa es una reacción común en los duelos por suicidio, no todos quienes atraviesen este duelo experimentarán esta emoción de la misma manera, incluso puede que para algunos no aparezca en lo absoluto. No hay una forma en particular de vivir el duelo, cada reacción es única. Para algunas personas puede aparecer más fuertemente la tristeza, la rabia, la sensación de no sentir nada (bloqueo emocional) y hasta el alivio en algunos casos.
- “Para superar el duelo por suicidio se debe hacer como que nada pasó”
Muchas personas, sobrepasadas por el dolor de la pérdida o el estigma asociado al suicidio, tienden a evitar el tema por vergüenza o temor al juicio. Sin embargo, reprimir las emociones o ignorar lo ocurrido suele prolongar el malestar, que puede manifestarse más adelante como síntomas físicos, ansiedad o tristeza profunda. Por ello es fundamental encontrar maneras de integrar la pérdida, permitiendo la expresión emocional, conversando con personas de confianza y, si es necesario, buscando apoyo profesional.
- “Nadie puede ayudarte con un duelo por suicidio”
Aunque muchas personas sienten que nadie podrá comprender su dolor, existen espacios donde pueden encontrar contención y alivio. Hablar con personas de confianza ayuda a aliviar la carga emocional y la sensación de soledad. Buscar apoyo profesional también es relevante, ya que permite procesar emociones complejas y prevenir un duelo complicado. Además, los grupos de ayuda mutua ofrecen un entorno donde compartir experiencias con otros que han vivido situaciones similares, generando un importante sentido de comprensión y compañía.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
El duelo es una de las experiencias más dolorosas que puede atravesar una persona. Como se ha señalado, este proceso implica una serie de reacciones emocionales, cognitivas e incluso físicas, especialmente en las primeras etapas, que reflejan un funcionamiento distinto al habitual, ya que gran parte de los recursos personales se enfocan en elaborar la pérdida. Estas reacciones suelen ser naturales y comunes, y no existe un tiempo definido ni una secuencia de pasos fija para “superar” el duelo. Cada persona vive este proceso a su propio ritmo, y muchas logran afrontarlo sin ayuda profesional, apoyándose en sus propios recursos, en sus seres queridos y en su comunidad. Con el tiempo, la mayoría logra aceptar la pérdida, adaptarse a la nueva realidad y establecer nuevos vínculos significativos.
Sin embargo, cuando el duelo interfiere de forma significativa con la vida cotidiana –dificultando el regreso a las actividades diarias o afectando las relaciones– y el malestar emocional persiste de manera intensa por un periodo prolongado, especialmente más allá del primer año, es recomendable buscar apoyo profesional, ya que podría tratarse de un duelo complicado.
Algunas señales que podrían indicar la presencia de un duelo complicado son:
- Tristeza profunda, dificultades para disfrutar de la vida y pensamientos constantes sobre el fallecido
- Dificultades para concentrarse en otras cosas que no sean el fallecimiento del ser querido
- Dificultades para aceptar la pérdida
- Pérdida de sentido o sensación de desesperanza frente a la vida
- Dificultad para confiar en otros
Además, se ha observado que existen algunos elementos que ponen a las personas en duelo por suicidio en mayor riesgo de que su duelo se vuelva complicado, tales como:
- Una relación problemática con el fallecido
- Antecedentes de diagnósticos de salud mental en el pasado o presente
- Escaso apoyo social
- Recibir juicios negativos de terceros respecto al suicidio
- Exposición a otras pérdidas o eventos traumáticos en un corto período de tiempo tras el suicidio de un ser querido
Intervenciones en un duelo por suicidio
La Organización Mundial de la Salud ha puesto énfasis en desarrollar intervenciones dirigidas a las personas impactadas por suicidio. Esto ha impulsado un aumento tanto en la investigación como en la disponibilidad de espacios de apoyo. Se ha observado que es importante ofrecer intervenciones específicas según el nivel de impacto, las cuales deben ir más allá del apoyo inmediato y considerar un seguimiento continuo, al menos durante el primer año, para identificar posibles complicaciones o reacciones tardías.
Las intervenciones posteriores a un suicidio pueden clasificarse en:
(Tabla adaptada de Jiménez-Molina et al., 2025)
Para las personas afectadas o en duelo por suicidio, las intervenciones terapéuticas buscan facilitar el procesamiento de las emociones y apoyar la adaptación a la vida después de la pérdida. Algunas de estas estrategias son:
- Intervención en crisis: suele aplicarse en las primeras etapas del duelo y ha demostrado reducir la ideación suicida. Ofrece contención emocional, psicoeducación, orientación y evaluación psicológica.
- Intervenciones psicoeducativas: combina la orientación y la entrega de herramientas para afrontar la pérdida y los síntomas del duelo. Además, permiten a los sobrevivientes informarse sobre el duelo por suicidio y expresar sus emociones.
- Psicoterapia para abordar el duelo por suicidio: incluye tareas orientadas a elaborar el duelo, como contener el trauma, regular las emociones, construir nuevas narrativas, fortalecer habilidades sociales, recuperar el control de la propia vida y reconciliarse con la persona fallecida.
- Grupos de apoyo mutuo para sobrevivientes de suicidio: ofrecen un espacio seguro donde compartir experiencias con personas que han vivido situaciones similares. Esta conexión favorece el sentido de pertenencia y ayuda a reducir sentimientos de culpa, soledad y estigma, promoviendo una mayor comprensión del suicidio y del propio proceso de duelo.
Si estás atravesando un duelo por suicidio, recuerda que no estás solo/a. Aunque el camino puede ser muy doloroso y parecer interminable, hay personas dispuestas a ayudarte y es posible sentirse mejor. Hablar con alguien de confianza, expresar tus emociones y permitirte sentir lo que vives son pasos importantes en el proceso de recuperación.
Si el dolor se vuelve demasiado intenso o persiste por mucho tiempo, no dudes en buscar ayuda profesional: siempre hay apoyo disponible.
Álvaro Jiménez es coautor de “Estar: Guía de postvención para el acompañamiento de personas, familias y comunidades tras una muerte por suicidio”, documento en el que se basa este artículo. Su objetivo es entregar información sobre el duelo por suicidio y visibilizar la importancia de diversas estrategias de intervención para abordarlo. Esta guía fue elaborada en el marco del proyecto FONIS SA23I0181, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). Contacto: alvaro.jimenez@uss.cl
Referencias
- Cerel J., Brown MM., Maple M., Singleton M., Van de Venne J., Moore M. & Flaherty C. (2019) How Many People Are Exposed to Suicide? Not Six. Suicide Life Threat Behavior, 49(2):529-534. doi: 10.1111/sltb.12450.
- Jiménez, A. (2023) Vivir después del suicidio (Columbia de Opinión). El Desconcierto (13 de noviembre de 2023). Recuperado de https://psicologia.udp.cl/columna-de-alvaro-jimenez-vivir-despues-del-suicidio/
- Jiménez-Molina, A., Costa-Cordella, S., Rojas, G., Martínez, V., del Río, P., Silva, M., Barrera, T., Ojeda, F. & Núñez, D. (2025) Estar: Guía de postvención para el acompañamiento de personas, familias y comunidades tras una muerte por suicidio. Santiago: Universidad Diego Portales/Universidad de Chile/MIDAP. ISBN: 978-956-423-106-8.
- Jiménez-Molina, A., Güemes, F., Barrera, T., Pinto, J. & Morgiève, M. (2025) Suicide Bereavement and Postvention: What do we know and what should we know? En Jiménez-Molina A & Martínez V (Eds), New Perspectives on Suicidal Behavior: Cultural Context, Clinical Assessment, and Intervention. Springer. https://link.springer.com/book/9783031960369
- Nakajima, S. (2018) Complicated grief: recent developments in diagnostic criteria and treatment. Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci, 373(1754). doi: 10.1098/rstb.2017.0273.
- Organización Mundial de la Salud. Prevención del suicidio. Recuperado de https://www.paho.org/es/temas/prevencion-suicidio