Psicóloga UC
Tener buenos hábitos del dormir es fundamental para tu salud y bienestar. La falta de sueño puede afectar negativamente tu salud mental y física, haciendo que seas más vulnerable a las enfermedades o tengas dificultades para estar animado, concentrarte o aprender nuevas cosas. Una forma esencial de mejorar tu sueño es entender cómo regular tu ritmo circadiano, el reloj interno de tu cuerpo.
Imagina que tu cuerpo tiene su propio reloj interno, llamado ritmo circadiano. Es un ciclo natural de 24 horas donde nuestro cuerpo define cuándo despertar, dormir, comer, estár más alerta o con mayor energía. Varios elementos de nuestro ambiente ayudan a regular nuestro reloj interno. De ellos se destaca la luz del sol, la temperatura corporal y la alimentación, los cuales revisaremos a continuación.
La luz al amanecer indica a tu cuerpo que es momento de despertar, de la misma forma que el atardecer da la señal de que en pocas horas debes ir a dormir. La exposición a la luz solar forma una pieza vital para definir los horarios de sueño.
La temperatura corporal afecta en la disposición que tendrá tu cuerpo para dormir. El cuerpo humano necesita disminuir entre 2 a 3 °C para poder dormir, por lo que si tú controlas tu temperatura corporal, puedes hacer más sencillo el mantenerte despierto o dormir de forma más rápida.
Finalmente, tu estilo de vida con los alimentos regulará tu ritmo circadiano, el cual indica a tu cuerpo cuándo debes tener hambre. Si sueles comer temprano, tu reloj interno te despertará antes para que recibas tu primera comida del día. De la misma forma, tu reloj interno esperará a tu última comida del día para decidir el momento de que duermas. Puedes modificar los horarios y así ayudar a que tu reloj interno se adapte mejor a la rutina. También el contenido de los alimentos influye; el mejor ejemplo de ello es el efecto de la cafeína en nuestro cuerpo que se sobrepone a las órdenes de nuestro reloj interno, haciendo que tu cuerpo decida mantenerse despierto.
A continuación, tendrás una lista de hábitos para poder regular tu ritmo circadiano en base a la exposición a la luz solar, regulación de tu temperatura corporal, horarios de alimentación y el consumo de café.
Mañanas Luminosas:
Exponerte a la luz natural por 3-5 minutos en días soleados
y
5-10
minutos en días
nublados puede ajustar tu reloj interno, ayudándote a despertarte y sentirte alerta.
Atardeceres Relajantes:
Disfruta de los últimos minutos de luz natural al
atardecer
para preparar tu
cuerpo para dormir. Evita luces brillantes y pantallas al menos una hora antes de acostarte para
evitar
confundir a tu cuerpo sobre la hora de dormir.
Filtro de Luz Azul:
Si tienes que utilizar dispositivos electrónicos antes de dormir,
es recomendable
emplear un filtro de luz azul para mitigar su impacto en tu calidad de sueño. Las luces intensas,
especialmente la luz azul, pueden engañar a tu cuerpo al confundirla con la luz del sol.
Crea Rutinas:
Establece hábitos matutinos y nocturnos consistentes para mejorar
la
calidad de tu sueño.
La luz adecuada en el momento adecuado puede hacer la diferencia.
Mañanas Energizantes:
Al despertar, ayúdate a mantener una temperatura corporal
alta para mantenerte alerta durante el día. Una ducha fría de 1-3 minutos, o hacer ejercicio,
activará
tu metabolismo, elevando la temperatura corporal y preparándote para el día.
Noches Tranquilas:
Antes de dormir, una ducha caliente puede bajar tu temperatura corporal, ayudándote a relajarte.
Evita
el ejercicio intenso justo antes de dormir y asegúrate de que tu dormitorio tenga una temperatura
agradable y fresca para dormir sin interrupciones.
Crea un Ambiente Óptimo:
Puedes ajustar la temperatura de tu dormitorio para garantizar un sueño sin interrupciones por
cambios
de temperatura. También te recomendamos dormir sin calcetines para ayudar a tu cuerpo a regular su
temperatura.
Comer un desayuno contundente eleva la temperatura corporal, manteniéndote despierto y alerta durante la mañana. Sin embargo, las comidas abundantes muy tarde pueden confundir tu ritmo interno, pues lo toma como una señal que aún faltan varias horas para dormir. Opta por onces ligeras para conciliar el sueño más fácilmente, permitiendo que tu cuerpo descanse en lugar de trabajar intensamente para digerir alimentos mientras duermes. Un desayuno energético y una once ligera son la clave para un buen dormir.
Momento Estratégico:
La primera taza de café se debe tomar al menos una hora y media después de despertar . Esto evita
interferir con la adenosina, una hormona que señala la necesidad de dormir. Retrasar tu primera taza
permite que la adenosina se disipe, evitando la sensación de sueño después del café.
Última Taza a Tiempo:
Limita el consumo de café después de las 3 de la tarde. Aunque su efecto parece breve, la cafeína
tiene
un impacto duradero en tu cuerpo. Tomar café tarde puede interferir con la adenosina, retrasando el
sueño . Observa cómo tu cuerpo reacciona y ajusta tu consumo en consecuencia.
Conoce tu Tolerancia:
La mayoría de las personas pueden disfrutar de hasta 3 tazas de café sin afectar su sueño. Observa
cómo
tu cuerpo reacciona y ajusta tu ingesta en consecuencia. Podrías descubrir que necesitas menos café
para
garantizar una buena noche de sueño.
Además del café, hay otros bebestibles que contienen cafeína. Se sugiere tener en cuenta estos hábitos al consumir té, mate, bebidas energéticas y deportivas.
Dormir adecuadamente no es solo una necesidad, es una inversión invaluable en tu salud física, mental y emocional. Los beneficios son profundos y transformadores:
Fortalece el Sistema Inmunológico:
Un sueño reparador fortalece tus defensas naturales, protegiéndote contra enfermedades e
infecciones.
Potencia el Aprendizaje y la Memoria:
Durante la fase REM (momento donde tienes sueños al dormir), el sueño mejora la retención de
conocimientos y experiencias, facilitando el aprendizaje y la memoria.
Aumenta la Alerta y la Energía:
Un buen dormir proporciona vitalidad y energía, mejorando la toma de decisiones y la claridad mental
durante el día.
Procesa Emociones y Proporciona Estabilidad:
El sueño permite procesar emociones, proporcionando calma y claridad para enfrentar desafíos diarios
con
estabilidad emocional.
Consolida Conocimientos y Experiencias:
Ayuda a procesar y entender experiencias diarias, proporcionando una perspectiva renovada y una
comprensión más profunda de nuestras vivencias.
Para aprovechar estos beneficios al máximo, es esencial adoptar hábitos saludables. Intenta dormir 8
horas cada noche, preferiblemente en un horario fijo. La calidad del sueño es tan importante como la
cantidad; crea un ambiente tranquilo y cómodo en tu dormitorio. Recuerda, dormir bien es como
recargar
tu cuerpo y mente para que estén listos para enfrentar cada día.
¡Cuida tu salud mental con un buen
dormir!