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Meditación para estabilizar la mente: La riqueza del momento presente

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Estabilizar la mente en el momento presente significa dirigir, una y otra vez, nuestra atención al aquí y ahora, dejando a un lado las distracciones del pasado y las preocupaciones del futuro. Sería como anclar un barco para que no se lo lleve la corriente: nuestra mente, que naturalmente tiende a divagar, encuentra un punto de quietud.
Estar presentes no implica dejar de pensar, sino aprender a observar lo que ocurre sin juzgar, con una actitud de apertura, curiosidad y aceptación.
Este tipo de entrenamiento mental ayuda a calmar la agitación interior, a reducir el estrés y a responder con mayor claridad ante los desafíos cotidianos. Estabilizar la mente es aprender a habitar la vida tal como está ocurriendo, momento a momento.

La Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de su Diplomado de Mindfulness nos invita a practicar la Meditación para estabilizar la mente en el momento presente, guiada por Francesca Nilo  y con una duración aproximada de 20 minutos. El objetivo de este tipo de prácticas es entrenarse para estar presentes en la vida cotidiana: al lavarse los dientes, al saludar a alguien o al realizar el trabajo cotidiano.
Se trata de aprender a sincronizar el cuerpo con la mente, cultivando la atención plena que conecte con el momento que se está viviendo, tal como es, sin juicio.

En la presente meditación, Francesca Nilo, docente del Diplomado e Mindfulness y Psicoterapia UC, enseña que para lograr lo anterior es importante prestar atención a tres aspectos esenciales: la postura, la respiración y los pensamientos.

1. Postura

En la primera parte del video, Francesca responde preguntas clave: ¿Dónde y cómo sentarse? ¿Cómo deben estar las manos, columna, pecho, cuello, mandíbula y lengua para favorecer la estabilidad mental? ¿Es necesario meditar con los ojos cerrados? Ella recuerda que: Con esta postura unes tu cuerpo con el cielo y la tierra”. 

Es posible que al principio la postura se sienta incómoda o extraña, pero con la práctica se es capaz de sostenerla y habitar ese espacio. Si en algún momento se siente cansancio, es posible soltar la postura brevemente y luego retomarla.

2. Respiración

La respiración debe ser natural, al propio ritmo. Lo importante es sentir el cuerpo respirando, tomar conciencia de ese flujo constante que ocurre en el presente. Francesca invita a recordar que tu cuerpo y tu respiración están en el presente y que conectar con eso ayuda a anclarnos al aquí y ahora.

3. Pensamientos

Francesca anima a relacionarnos con amabilidad con la mente y su “voz interior”, a la que llama mente discursiva. Propone imaginarla como un comentarista interior con el que convendría entablar una amistad. Para ello utiliza la metáfora:
Nuestra mente es como un cielo azul, y los pensamientos, como nubes. Al meditar, la mente puede estar despejada, pero también pueden aparecer nubes (pensamientos). La recomendación es  observarlos, tocarlos suavemente y dejarlos seguir su camino. Esto permitiría conocerse mejor y conectar con las emociones.


¿Cómo está hoy el cielo de tu mente?

“Empieza de a poco. A medida que tu cuerpo se acostumbra a la postura y tu mente a la práctica, podrás ir extendiendo el tiempo de meditación y, en el proceso, hacerte amigo de ti mismo”, señala Francesca.

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