De la teoría a la experiencia: Realidad virtual transforma la formación clínica en psicología
Durante el 17° Congreso Chileno de Psicoterapia, realizado en Reñaca, entre el 29 y 31 de agosto. La Fundación Psiconecta participó en el panel “Innovaciones y desafíos en la formación de terapeutas: realidad virtual y retroalimentación digital”. El equipo integrado por Candice Fischer, Sebastián Opazo y Valeria Fuentes presentó este proyecto por el Fondo para la Mejora e Innovación de la Docencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile (FONDEDOC), para el aprendizaje de habilidades aplicadas.
Esta propuesta combina tecnología de realidad virtual y actuación para ofrecer experiencias terapéuticas inmersivas, realistas y cargadas de emoción. Este proyecto nace con el propósito de cerrar la brecha entre la teoría y la práctica, preparando a estudiantes para enfrentar de manera segura y confiada los desafíos del consultorio real.
Realidad virtual que conecta con la emoción.
En el centro de esta innovación están las cápsulas audiovisuales grabadas en 360°, protagonizadas por actores como Marcela Salinas, Nathalia Aragonese, Nicolás Pavez y Víctor Montero. Estas escenas recrean momentos complejos en terapia: desde la desregulación emocional hasta señales de trauma o expresiones de ansiedad. Gracias a los visores Meta Quest 3, los estudiantes pueden sumergirse en estos escenarios, observando cada gesto y reacción como si estuvieran dentro de la consulta. La experiencia fomenta no solo la observación, sino también la empatía y la regulación emocional propia, habilidades vitales para cualquier terapeuta.
¿Por qué transformar la enseñanza clínica?
Valeria Fuentes, parte del equipo detrás del proyecto, explica que esta metodología responde a un problema crucial: muchos futuros psicólogos sienten que no están suficientemente preparados para la vida profesional real. “Queríamos ofrecer un espacio seguro para entrenar, reducir la ansiedad y fortalecer la confianza antes del primer contacto con pacientes reales”, comenta Fuentes. Más allá de la práctica, el enfoque integra mindfulness, buscando que los estudiantes desarrollen presencia, atención plena y autoconciencia en cada sesión clínica.
De la idea a la realidad: el proceso creativo
Con financiamiento del Fondo para la Mejora e Innovación de la Docencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile (FONDEDOC), el proyecto contó con seis millones de pesos para dar vida a estas cápsulas. Tras una exhaustiva revisión bibliográfica y la experiencia clínica del equipo, se elaboraron los guiones y se realizaron dos jornadas de grabación en un consultorio real, usando tecnología audiovisual inmersiva. Luego, se pulió cada detalle visual y sonoro, además de desarrollar un software capaz de reproducir estas cápsulas directamente en visores de realidad virtual, asegurando así una experiencia perfecta y atractiva.
Reacciones que abren nuevas puertas
Durante el congreso en Reñaca, estudiantes y profesionales probaron estas cápsulas y compartieron sus impresiones. “El realismo es impactante, y eso permitió reflexionar sobre nuestras propias prácticas”, señalaron terapeutas experimentados. Para una estudiante, esta herramienta fue “clave para ganar seguridad y afrontar con menos miedo la práctica profesional.” Comentarios que refuerzan la idea de que esta experiencia puede transformar la enseñanza en diversas universidades.
Lo que viene: expandir y perfeccionar la formación
Con la fase de desarrollo concluida, el equipo planea presentar un nuevo proyecto para pilotear esta metodología con estudiantes en la Escuela de Psicología de la UC. La meta es medir el impacto educativo y emocional, y mejorar la accesibilidad, incluyendo versiones adaptadas para diferentes capacidades sensoriales y emocionales. Se trata de un paso hacia una formación clínica más moderna, ética y efectiva.
Innovación con alma y propósito
Esta apuesta tecnológica y formativa, impulsada por la UC y la Fundación Psiconecta, marca el inicio de una nueva era en la enseñanza de la psicología clínica. “Estamos preparando a los futuros terapeutas para los verdaderos retos de la salud mental con herramientas que combinan ciencia, tecnología y un profundo compromiso humano”, concluye Valeria Fuentes.